Una historia con nombres y apellidos
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Que el apellido es uno de los aspectos fundamentales en la constitución de la identidad de una persona, nadie lo discute. A lo largo de su historia, los judíos emplearon diversos nombres y apellidos, por elección en tiempos más o menos de paz; por imposición cuando resultaron víctimas de la Inquisición y el nazismo.
Marcelo Benveniste, miembro fundador de la Asociación de Genealogía Judía de Argentina (AGJA) y director del portal eSefarad.com, sostiene que si bien “es muy difícil asegurar el origen de una persona en función de un apellido, pueden encontrarse características comunes en los grupos de personas de igual origen, ciudad, etc. En el caso de los judíos, la temática de los apellidos sefaradíes es bien distinta a la de los ashkenazim y tiene un punto clave en los tiempos de la inquisición del año 1492, donde los judíos que habitaban la península ibérica se vieron forzados a convertirse o a salir expulsados”.
La medida segregacionista que pone al país en contradicción con la modernidad , fue adoptada luego de casi dos años de debates que enfrentaron opiniones de religiosos, escritores, grupos de feministas y la Corte Suprema. Fue de hecho el máximo tribunal el que estableció que no es ilegal que exista un servicio de transporte público con lugares reservados para las mujeres, que estén separados de los que usan los hombres. La Corte advirtió que, por lo menos, esa separación debe producirse de modo voluntario, por elección del usuario. Es fácil adivinar los conflictos que se generarán desde ahora.
Mientras menosprecian a la mujer, los rabinos difamadores, que la alejan y humillan, denigran a Dios, dado que ella fue creada y bendecida por Él y su sentencia es equivalente a la del hombre. Ambos son "Personas", creadas a su semejanza.
Desde el meteórico éxito de Avigdor Lieberman y su partido, Israel Beteinu, y el constante aumento de la retórica racista y las opiniones antidemocráticas entre los judíos israelíes, he estado luchando por comprender. ¿Qué está sucediendo en Israel? ¿Por qué se está volviendo xenófobo? ¿Por qué nos estamos desviando del acostumbrado camino de nuestra tradición y de nuestro pueblo que enseña la fundamental igualdad de todos los seres humanos creados a imagen de Dios, y la responsabilidad de tratar con compasión y dignidad a todos los que vienen a residir dentro de nuestra comunidad? Las lecciones que deben ser aprendidas de nuestra historia y la obligación legal judía de convertir nuestro pasado en un catalizador para llegar a ser abogados de los oprimidos, son conocidas por todos nosotros por igual.
Eichmann fue secuestrado en Buenos Aires por un comando del servicio secreto exterior israelí (Mossad) el 11 de mayo de 1960, que lo llevó a Israel, donde fue juzgado y condenado a muerte. El alto funcionario nazi vivió en Argentina bajo la identidad falsa de Ricardo Klement. Eichmann fue declarado culpable de la muerte de al menos un tercio de los judíos asesinados por el régimen nazi, unos dos millones de personas.
Encontrar vínculos entre política nacional, historia argentina, medicina, psicoanálisis, y judaísmo, no parece ser tarea sencilla, menos aún cuando ese nexo debe pasar necesariamente por el tamiz del humor. Sin embargo, desde hace casi treinta años, Marcelo Rudaeff, -Rudy para su público-, tiene esa profesión, la cual lo llevó a publicar en revistas como Humor®, Crisis, El periodista, y Noticias, a redactar guiones para Tato Bores y Jorge Guinzburg, a escribir cerca de cuarenta libros, -entre los que se cuentan Historias del Siglo XX, Historias de la Argentina, No desearás tu mujer al prójimo, o Freud más o menos explícito-, a presentar sus propios monólogos en unipersonales, o a dar a luz diariamente, en colaboración con Daniel Paz, el chiste de tapa de Página/12.