GRACE AGUILAR
Las primeras que lucharon por los derechos de las mujeres fueron las sufragistas inglesas que bucaban la igualdad de derechos para la mujer, incluyendo el derecho al sufragio, por ese tiempo también se dieron a conocer importantes escritoras judías que salieron en defensa de su condición pero también reclamando los derechos de igualdad para los judíos. En Inglaterra, para fines del siglo XIX, hubo escritoras anglo judías impulsadas a combatir y responder desde la literatura y la publicación a las importantes campañas desplegadas por el proselitismo protestante y su fuerte desprecio por el judaísmo.
Fueron las primeras en producir literatura sobre temas judíos en Inglaterra, Grace Aguilar, una judía de ascendencia sefaradí fue una de las que más libros vendió.. Para fines del Siglo XIX esta literatura femenina judía había crecido no solo en el número de autoras, también en la diversidad de temas y también con críticas sobre costumbres de la comunidad y sus prácticas matrimoniales. La novelista, poetisa y escritora Grace Aguilar continuó siendo popular entre todos los lectores victorianos durante todo el siglo, aunque la mayoría de sus éxitos literarios fueron póstumos. La producción de Aguilar incluía ficción y poesía para un público amplio así como obras sobre problemas específicamente judíos dirigidos al público judío. También fue una prolífica poetisa, que publicaba en periódicos anglojudios, así como en la revista judía El Occidente.
Aguilar había nacido en Hackney, cerca de Londres, pero luego vivió en Teignmouth, Devon donde pasó su juventud lejos de cualquier congregación judía; a menudo asistía a una capilla y encontraba los sermones protestantes especialmente inspiradores. Pese a que era un ardiente y pública defensora del judaísmo, es visible la influencia en sus escritos de la cultura cristiana contemporánea, especialmente la evangelista. Aguilar publicó su primera obra de ficción, Records de Israel (1844), sobre el tema de los judíos ibéricos devastados por el exilio forzado de su querida patria. En su adolescencia, había escrito su primera novela sobre este tema, El Valle de los Cedros; o La Mártir, una historia del heroico sufrimiento de una mujer criptojudía en la España de la Inquisición, que fue publicado sólo en 1850, postumamente. Gran parte del trabajo de Aguilar tenía los acentos anticatólicos propios de la Inglaterra victoriana. Intentó a menudo establecer semejanzas en judaísmo y protestantismo trataba permanentemente de identificar a los judíos con la nación protestante que les había dado refugio frente a la persecución católica y que, insistió, había inspirado en ellos un nuevo patriotismo inglés.
La obra de Aguilar fue publicada durante el tiempo que los judíos hicieron campaña para la emancipación política y su ficción puede ser vista como parte del esfuerzo para retratar a los judíos como ingleses leales y dignos de la igualdad de derechos civiles que también reclamaba para las mujeres. Aguilar también produjo novelas, dirigidas a las mujeres que eran la audiencia en lecturas públicas.
Durante la década de 1830, publicó varias novelas muy exitosas que contribuyeron significativamente al género victoriano de ficción nacional, ensalzando el rol de la madre de clase media como educadora religiosa y moral en el hogar. Incluso su novela romántica escocesa “Los Días de Bruce” estaba basada en ese modelo. Los ensayos que publicó durante su vida sin embargo estaban orientados hacia la defensa del judaísmo y hacia el lector judío: El Espíritu del Judaísmo (1842); La Fe Judía (1846), una serie de cartas de ficción a jóvenes judías urgiéndola a resistir las tentaciones de la conversión; y la Mujer de Israel (1845) en la cual recreaba las vidas e historias de las mujeres de la historia bíblica y posbíblica en términos que eran familiares y atractivos para las lectoras judías de la época victoriana.
Trataba de contrarrestar los argumentos de los misioneros que denigraban al judaísmo que según ellos, no tenía nada que ofrecerles. Aunque era fuertemente opuesta a la influencia cristiana, el libro de Aguilar había registrado, no obstante, la preocupación de que las mujeres judías fueran de hecho ignorantes y vulnerables a la persuasión religiosa cristiana. Más importante que la defensa pública que Aguilar hizo de los judíos,fue su ensayo publicado en el año de su muerte, sobre la 'Historia de los Judíos en Inglaterra' (1847).
Mientras incluía sus habituales elogios a Inglaterra como una nación liberal que acogió a los judíos, en lugar de perseguirlos, concluyó con un llamamiento sorprendentemente estridente para poner fin a las restricciones políticas que continuaban sufriendo en Inglaterra, como "la última reliquia de la intolerancia religiosa" que era «deshonroso para el sentido común de la época». En este sentido, la última de sus obras que quiso publicar durante su vida, Aguilar aprovechó la autoridad moral de su imagen pública como escritora y mujer piadosa para hablar en favor de la emancipación judía.
Nota extraída de la revista digital “Milim” compilada por la Prof. Alicia Benmergui.
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