El Parlamento (Kneset) rechazó una propuesta de ley que pretendía legalizar el matrimonio civil, en una sesión a la que se presentaron decenas de ciudadanos vestidos de novios.
La propuesta, presentada por el partido izquierdista Meretz, contó solo con 17 votos a favor frente a 40 en contra, en una sesión en la que estuvieron ausentes gran parte de los 120 parlamentarios y una diputada se dirigió al pleno para pedir el apoyo ataviada con un velo de novia.
"Una enorme mayoría de israelíes apoya la libertad de opción para casarse. Sin embargo, las facciones ultra-ortodoxas han logrado de nuevo que la coalición (gubernamental) rechace la propuesta de ley", declaró a "Haaretz" el diputado Nitzan Horowith, que propuso la fallida legislación.
"La Kneset nuevamente se ha dejado vencer por coerción religiosa y la cobardía política, y está robando a cientos de miles de israelíes de un derecho civil básico", añadió el legislador, que se comprometió a "seguir luchando hasta que todo ciudadano israelí
pueda elegir libremente de qué forma se quiere casar".
En Israel, sólo existe el matrimonio religioso, lo que impide que las personas de distintas confesiones se puedan casar entre ellas y obliga a los ateos y agnósticos a someterse a los procedimientos confesionales para unirse.
Los divorcios y otras cuestiones de derecho de familia también son controlados por los rabinos, sacerdotes e imanes.
El Ministerio de Interior, sin embargo, reconoce los matrimonios civiles celebrados fuera de sus fronteras, por lo que cientos de israelíes acuden cada año para sus enlaces seculares a la vecina isla de Chipre.
Según un estudio elaborado por investigadores de la universidad de Ben Gurión, en el Neguev, dos tercios de la población israelí apoyan la legalización de los matrimonios civiles, aunque sólo un tercio de la población querría casarse de esa forma.
La investigación asegura que los altos costes administrativos y económicos para casarse por lo civil fuera del país hacen que la inmensa mayoría de la población recurra al Rabinato para unirse según la ortodoxia judía. EFE