Fuente
Deutsche Welle
"No necesitamos decirle que la focalización sistemática de los hospitales es un crimen de guerra. No necesitamos lágrimas, simpatía o incluso oraciones". Estas fueron palabras que mis colegas en Alepo escribieron al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en 2016, pidiendo ayuda. Ese mismo año, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 2286, que pedía la protección del personal médico y sus pacientes en conflictos armados. A pesar de la resolución, a finales de 2016 los hospitales sirios habían sido atacados casi todos los días, los lugares más peligrosos de Siria. Más de la mitad de todos los ataques contra hospitales y trabajadores de la salud en zonas de conflicto en todo el mundo han tenido lugar en Siria desde que comenzaron los combates allí hace ocho años. Las comunidades locales han sufrido enormemente a medida que los trabajadores de la salud fueron asesinados en el cumplimiento del deber, hospitales destruidos, suministros y medicamentos agotados. Más de 890 trabajadores de la salud han sido asesinados y 573 centros de salud atendidos. "Fue un momento tan difícil", dijo el Dr. Hamza, un cirujano que trabajó en varios hospitales en el este de Ghouta cuando fueron atacados entre 2013 y 2018. "Este lugar que se supone que es un lugar de curación se convirtió en un lugar de lesión y peligro ".
desde PLURAL JAI deseamos el fin de la muerte y destrucción en Siria, y nos llama la atención la falta de repercusión de estos atroces crímenes que debieran ser condenados por todos.