JAI- La asamblea de representantes de la Amia convocada para este 12 de Diciembre no concurrió a la entidad, en una clara muestra de desaprobación a la gestión del presidente de la Mutual.
Zbar anunciaba ayer en su cuenta de twitter “mañana esperamos aprobar el mayor presupuesto de la historia y el más ambicioso plan de obras y acciones en décadas: Honramos los 125 años de AMIA, todos los días reparando el mundo”.
Lo que no escribía en la red social y era de conocimiento de los representantes de las agrupaciones políticas comunitarias, era su intención de modificar el estatuto de la Mutual y lograr una reelección en el cargo. En tal sentido, hace pocos días el Rabino Levin le remitió una carta que fuera publicada por este medio en la cual públicamente le solicitaba no modificar los mismos.
Asimismo, el domingo pasado, tuvo lugar una tensa reunión donde el líder espiritual del BUR, e integrantes de dicha agrupación que lo llevaron a Zbar a la presidencia de AMIA, le manifestaron su rechazo al intento de modificación de los estatutos y a otras actitudes del actual presidente.
Desde la llegada de Zbar a la presidencia, con un estilo individualista, autoritario y verticalista, no ha dejado de producir graves conflictos comunitarios. Un intento, que continua hasta hoy, de desalojar a la DAIA del edificio de calle Pasteur, incluso, con argucias judiciales que ponen en riesgo a la representación política de la comunidad. Vale recordar la indecorosa actitud del titular de AMIA en la última asamblea electora de DAIA, donde no sólo intentó todo tipo de maniobras para que su candidato Leonardo Jmelnitzky fuera electo, sino que al perder el mismo, publicó en su twitter mensajes impensables e impresentables para un presidente de una institución comunitaria.
La quita de los tradicionales subsidios que se entregan a las escuelas de la red escolar trajo más de un dolor de cabeza y confrontación con los establecimientos educativos.
El desalojo artero, escandaloso y traicionero que sufriera nuestra emisora, del cual a la fecha nunca ha dado explicaciones, ni ofrecido reparación alguna, incluso cuando otros miembros del ejecutivo intentaron reconstruir en parte el daño ocasionado. Hoy, el cronista de Radio Jai, fue impedido de ingresar a la frustrada asamblea mientras otros medios si estaban presentes en las instalaciones del edificio, como es habitual que ocurra en las asambleas del RAT.
Lo ocurrido hoy en AMIA en cualquier institución o gobierno se llamaría un voto de desconfianza. Los estatutos de la Mutual no establecen un mecanismo de remoción de un presidente. Agustín Zbar tiene aún un año y medio por delante.
Veremos en el tiempo, si Zbar escuchó el duro mensaje de la frustrada asamblea del día de hoy, y logra recomponer y reparar sus vínculos con propios y extraños. Por el bien de la AMIA y la comunidad esperemos que así sea.