Que la causa del atentado a la AMIA vuelva a ser tapa de los diarios, y no por un anuncio de justicia, es algo que me llena de bronca y angustia. Ese mismo sentimiento que hace 19 años sentimos todos aquellos que estuvimos ahí, que vimos el edificio en ruinas, que buscamos a las víctimas y que sufrimos la muerte de cada una de esas 85 personas sin entender las razones de esta barbarie.
Ver como distintos dirigentes comunitarios y nacionales se apropian de esta causa y la mal utilizan como una herramienta de prensa o posicionamiento político es algo que me resulta inadmisible. El atentado a la AMIA es una herida abierta, no sólo para nuestra comunidad sino para todos los argentinos, y como tal debe ser abordada con el respeto y la seriedad que merece.
He leído en estos días “grandes” títulos, frases hechas y opiniones sin sustento; sin embargo no he visto ni escuchado que nadie hable de lo que es un secreto a voces: la corrupción que ha minado esta causa desde sus comienzos, los posibles encubrimientos que hubo durante la presidencia de Carlos Menem y las conexiones locales que permitieron que un atentado de estas características ocurriera en nuestro país, esto es lo que está siendo investigado y debe ser juzgado.
Los pilotes que rodean nuestras instituciones son un claro símbolo de impunidad e inseguridad. Son la imagen viva de años sin respuestas, de angustia, lágrimas y broncas que hoy nos estigmatizan.
No soy de quienes hablan por hablar, a diferencia de muchos de los que hoy se llenan la boca opinando sobre este tema y que hasta ahora habían mantenido el más insultante y doloroso de los silencios sin reclamar el avance de la causa a pesar de ocupar cargos dirigenciales, yo no trabajo de opinólogo, tengo un verdadero compromiso asumido respecto del atentado y lo he demostrado a lo largo de estos 19 años.
En 2006, como presidente de AMIA, reclamé en mi discurso del 18 de Julio –frente al presidente Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner– la ruptura de las relaciones con Irán. Sostuve y sostengo que no podemos confiar en un gobierno que niega la existencia de la Shoá (del Holocausto); que amenaza a nuestro pueblo y que promueve el terrorismo internacional. Por esta razón, tanto desde lo personal, como en general desde Acción Plural Comunitaria, espacio al que represento, hemos alertado desde un primer momento sobre la firma del memorándum porque creemos que su aprobación implica ceder soberanía ante un régimen fundamentalista y terrorista como es el iraní.
Seguimos reclamando verdad y justicia, queremos medidas concretas y que todos los acusados sean juzgados como corresponde, por las 85 víctimas, por sus familias y por todos los argentinos, judíos o no judíos, que vimos desvanecerse la tranquilidad y seguridad ciudadana frente a un hecho de horror perpetrado contra nuestro país, contra nuestra gente.
*Presidente de la AMIA 2005-2008.