Amigos,
El artículo de Aguinis "El veneno de la épica kirschnerista" levantó mucha polvareda, no por lo que enuncia respecto de la actualidad política sino por la desafortunada frase: "Las fuerzas (¿paramilitares?) de Milagro Sala provocaron analogías con las Juventudes Hitlerianas. Estas últimas, sin embargo, por asesinas y despreciables que hayan sido, luchaban por un ideal absurdo pero ideal al fin, como la raza superior y otras locuras."
Creo que la comparación que hizo entre las huestes de Milagro Sala y las Juventudes Hitleristas integra el capítulo de la banalización de la Shoá, capítulo que está siendo escrito por doquier, por gentes de todos los frentes y contrafrentes. El escritor ya había hecho esa comparación otra vez en un episodio de flores entregadas a la presidenta. Alguien como Aguinis no incurre en un error así sin darse cuenta. No podemos adjudicarle ignorancia ni inocencia. Debe creer que apelando a la Shoá hace más fuerte el argumento que propone (en ambos casos el mismo: señalar su radical oposición a la política oficial). Lamento que apele a argumentos banalizadores de la Shoá, pero es libre de creer y hacer lo que quiera. Consiguió que el contenido de su artículo pasara y quedara sin comentarios ni críticas ni respuestas ni reflexiones.
Respecto al tema de los ideales, que fue lo que disparó la desaprobación, no coincido con la lectura que hicieron varias personas que quiero, respeto y admiro. Creo que lo formuló de manera poco clara dejando abierta la posibilidad de una justificación del nazismo que, no tengo dudas, está lejos de sentir y pensar. Yo misma no lo tomé de esa manera. Pensé, por el contrario, que es cierto que la guerra contra los judíos fue emprendida exclusivamente por una causa ideológica, la teoría racial, esa superchería pseudo científica que fundamentó el asesinato de un tercio de nuestro pueblo. Y ahí fue donde Aguinis no fue claro porque habló de "ideales" y no se refería a ideales en el sentido ideal, a algo bueno o deseable, sino a la ideología racial. Por eso habla de, "asesinas", "despreciables", "absurdo" y "otras locuras". Aguinis no precisa defensores y lejos de mi la idea de defenderlo. Si quiere que lo haga solo. De paso, no estaría mal que lo hiciera. Tengo la personal convicción de que no se lo puede acusar de justificador del nazismo y de la Shoá, por eso entendí que al decir "ideal al fin" no hablaba de "ideales" sino de "ideología".
Merece también un comentario su "ideal al fin". ¿Por qué "al fin"?. Creo que es claramente un disparo hacia el movimiento de Milagro Sala al que así acusa de ni siquiera tener ideales, de moverse tal vez con otros fines, ¿personales? ¿mezquinos? ¿económicos?, no lo dice, pero es a lo que creo que apunta. Su "al fin" es lo que movió la indignación de varios, como si fuera una justificación de la Shoá. Debió haber invertido unas palabras relativas a los objetivos de unos y otros para no dejar ese resquicio de sospecha. O decirlo de otra manera. Cuando se escribe y se publica (y eso lo debe saber mucho mejor él que yo), hay que leer y releer con mucho cuidado todo lo que se pone y a veces darlo a leer a otros, porque queda y si no está claro puede ser malinterpretado y no hay vuelta atrás. Repito: estoy convencida de que no cree de ninguna manera que si se lucha con ideales se justifica el asesinato de nadie pero que se obnubiló en su empeño de enfatizar su oposición al gobierno.
Hubo quienes plantearon que la comunidad judía organizada debía pronunciarse repudiando el comentario como si hubiera hablado por todos los judíos. No me parece necesario y creo que sería exagerado hacerlo. Aguinis no integra ninguna de las instituciones de la comunidad judía argentina, es un ciudadano argentino como cualquier otro, escritor muy conocido y editorialista político, pero para nada un referente de LOS judíos.
No coincidí en su momento con las acusaciones de antisemitismo hacia Gustavo Sala, me pareció que solo se había engolosinado con los parecidos de las palabras Gueta y gueto, y que había estirado la comparación sin pensar en lo que estaba planteando y no me pareció que era una cuestión tan trascendental como en su momento también pareció ser para muchos que lo vilipendiaron. Hoy no coincido con la acusación a Aguinis de que justifica la Shoá ni el nazismo.
La generalización de la banalización de la Shoá es un fenómeno que parece imparable. Formulé en un texto sobre ello (se lo puede ver acá) que la difusión de la Shoá había tenido una consecuencia positiva, su conocimiento más extendido, y tal vez otra negativa, su banalización. Me alegro de que tanta gente haya expresado su preocupación frente a ello.