A horas del intercambio de Guilad Shalit por 1027 prisioneros de las cárceles israelíes, por confirmados ataques terroristas, atentados, y asesinatos, tanto la sociedad Israelí, como las Comunidades Judías, están reteniendo la respiración a la espera del “Gran y soñado momento”.
En el día de la fecha, hemos leído un pormenorizado itinerario y agenda, que describe el paso a paso de este ansiado regreso de Guilad al seno de su familia, de su estado, de pueblo.
Guilad! Lo shajajnu otja! Guilad, No te hemos olvidado!
Durante cinco años, este joven fue hijo de muchos padres y madres, hermano, amigo, estudiante, ciudadano. Se ha convertido en emblema de un Pueblo que ama la vida.
De un Pueblo que acuñó una frase, que versa: “Si se mata un individuo, se mata a un mundo”.
Tal es el valor que se adjudica dentro del judaísmo a cada ser humano.
Estamos expectantes. Cinco años bajo un régimen de aislamiento absoluto, que ninguna Corte Internacional respalda, y que ninguna Corte Internacional, tuvo la entereza de doblegar y llega a su fin….
Sabemos que Guilad ha sufrido sobremanera. Nadie puede siquiera ilusionarse con que hayan sido benévolos sus captores. Ya en el año 2009, frente a la prueba de vida emitida, se lo veía desmejorado.
La mayor expectativa, es verificar que la fortaleza de Guilad haya milagrosamente ayudado a que llegue a este momento de reencuentro con los suyos (con todos nosotros en la distancia), para reincorporarse a su vida, a su nueva VIDA.
Se que el sentimiento de la sociedad israelí está pendiente de este reencuentro.
Se que surgieron voces contradictorias, que elevan su reparo, aduciendo que la magnitud de fuerzas que se intercambian son desproporcionadas y atentan contra la seguridad de Klal Israel.
Se también que todo mensaje que llegue desde otras comunidades del mundo es recibido (por muchos Israelíes), o como mínimo, percibido como intrusivo y fuera de lugar, dadas las distancias que median, y dado que el compromiso de nuestros hermanos allí, es del día a día propiamente, y con sus “hijos”, exponiendo sus vidas y sus días y sus cotidianidades, en el avatar de “Defender la Existencia de un Hogar Judío”, para todo aquel que se enorgullece de esta Creación.
Hoy me importa que Guilad llegue…Lo celebro, con todos!
Ni discutir, ni argumentar.
Hoy estoy esperando que Guilad Shalit vuelva sano a casa, en Sucot, con Aviva y Noam, con su familia, con todos nosotros.