Estoy saliendo del acto conmemorando el 20 aniversario del atentado terrorista más grave que sufrió nuestro país en su historia, con conmovedores relatos respecto de algunas de las víctimas... un niño de 5 años, un anciano de 73 años... los nombres de los 85 asesinados retumban en mi mente y mi imaginación y angustia vaga al escuchar sus edades, pensando que hubiera sido de sus vidas y que se hizo de sus sueños...
Y no estamos pensando en lugares lejanos o geografías extrañas, esto pasó acá, en nuestra ciudad, en nuestro país.
Simultaneamente, escucho que por un aparente hurto de algunas joyas y otros elementos suntuarios que le faltarían "al Diego" la policía internacional (INTERPOL) libró urgentísimos oficios y en pocas horas logró la detención de la "peligrosa delincuente internacional" Rocío Oliva, que con sus veintipico años cuenta con un impresionante prontuario que consiste en haber sido pareja del ex futbolista y haberse peleado con él.
Me vienen a la memoria que un imputado iraní por el atentado en Pasteur 633 pasó por Bolivia y otro por Brasil, además de numerosas veces que algunos de ellos salieron de Irán, sin que Interpol lograra su arresto, pese a ser objeto de "circulares rojas" y pedido de captura internacional. Tal parece que los aritos del "10" valen más que 85 vidas humanas.
Desde Plural Jai exigimos a nuestro gobierno redoble los esfuerzos para que los imputados sean apresados, y como dijo el familiar de las víctimas que habló en el acto, que pongan la misma vehemencia con la que lograron apoyo contra los "fondos buitre" o por nuestra legítima reivindicación por Malvinas en reclamar a los países del mundo que se atrape a los imputados, se los procese con todas las garantías que nuestro sistema legal ofrece a todos, y en caso que alguno sea encontrado culpable se los condene a las máximas penas que establezca nuestro ordenamiento legal.