La Asamblea General de las Naciones Unidas eligió la fecha de la liberación de Auschwitz, el símbolo del nazismo, como el Día Mundial del Holocausto y de recordación de sus víctimas. La Shoá fue en primer lugar una tragedia del pueblo judío pero, por sobre todo, de la humanidad.
A pesar de esta iniciativa y que la Asamblea General de la ONU haya adoptado por unanimidad una resolución que condena sin reservas cualquier negación del Holocausto hay expresiones que nos deben preocupar, como las recientes declaraciones del obispo de Cracovia, quien sostuvo que la Shoá es un invento e intentó disminuir sus consecuencias.
Hoy el "revisionismo histórico" que niega o minimiza la Shoá se ha convertido en la cara moderna del antisemitismo.
La primera tarea del mundo civilizado es que no se repita el espanto del Holocausto. Es la educación la clave para luchar contra los revisionistas, la xenofobia, el antisemitismo y las distintas formas de discriminación.
Nuestro país ha dado algunos pasos en ese sentido. Participa en forma activa y como único país latinoamericano del Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional en Educación, Rememoración e Investigación del Holocausto. Esta fuerza fue creada para promover la cooperación internacional en ámbitos relacionados con la educación, la conmemoración, la construcción de monumentos y la investigación referida al Holocausto en cada uno de los países que componen este grupo.
Sin embargo, se deben multiplicar en Argentina los cursos de capacitación de docentes en temas de la Shoá, las visitas de estudiantes al Museo del Holocausto como también seguir trabajando para que se concrete el compromiso asumido por nuestro país ante el Grupo de Trabajo para que esta temática sea incluida en la currícula escolar obligatoria a partir del presente año.
Esta iniciativa es el primer proyecto de esta magnitud en América latina. Por tal motivo es de esperar que una vez que nuestro país cumpla su compromiso, promueva iniciativas similares en el marco del Mercosur y de la OEA.
Agustín Romero
PROFESOR DE LA MAESTRIA EN RELACIONES INTERNACIONALES (UBA)