Nuevamente la actual conducción de AMIA vuelve a dar la nota con la vergüenza de su accionar en la última asamblea realizada el día miércoles 11 de Junio del corriente.
En un hecho sin precedentes, se aprueban los principales puntos del Orden del Día que consistían en la consideración del Inventario, Balance General, Cuentas de Gastos y Recursos, estado de evolución de los Fondos Sociales, estado de origen y aplicación de Fondos, Notas, Anexos e Informe del Órgano de Fiscalización correspondientes al 119º Ejercicio Económico iniciado el 1 de enero de 2013 y cerrado el 31 de diciembre de ese año, la Memoria de la Comisión Directiva del mismo período y la Aprobación del Presupuesto 2014.
Todo lo mencionado anteriormente fue aprobado sin la menor discusión, debido a que el sector Ultraortodoxo, presentó una moción de orden para aprobar todos estos temas “a libro cerrado”, o sea, sin dar posibilidad a los representantes del RAT a que pidan aclaraciones o consulten dudas acerca de lo actuado en el ejercicio 2013 y lo planificado para el ejercicio 2014.
Esto lo han logrado debido a la mayoría de votos con los que cuentan gracias a los integrantes de Avodá y un par de personas que no tienen representación más allá de sus egos.
Porqué hago esta aclaración, el sector ultraortodoxo, no cuenta de por sí con la mayoría absoluta, necesita de estos actores mencionados con anterioridad para poder actuar de esta forma, que si bien está contemplada dentro de los estatutos de esta centenaria institución, es moralmente antidemocrática y claramente muy poco ética.
Con este sector de Nuestra Comunidad tenemos diferencias que, debido a su intolerancia, son lamentablemente irreconciliables. Pero lo han expresado claramente y sin titubeos, yendo a las elecciones con un programa que demostraba claramente su ideología y su futuro accionar. Sobre esto no hay ningún tipo de reclamo, hoy actúan de la forma que dijeron. Esto no significa que aceptemos estas formas.
De ninguna manera vamos a permitir la exclusión de un amplio sector de Nuestra Comunidad que vive su judaísmo de una forma diferente a la que ellos la interpretan.
Lo más grave de todo es el accionar de Avodá y de los ególatras, que han traicionado el voto de la gente apoyando con sus representantes al sector ultraortodoxo y su ideología.
Integraron una coalición, Acción Plural Comunitaria, cuya plataforma ideológica está basada en la integración de todas las formas de judaísmo (claramente opuesto a la ultraortodoxia). Decían apoyarla y en ese marco consiguieron representantes en el RAT (asamblea de representantes) gracias a que fue votada por una gran cantidad de socios de AMIA que realmente quieren un cambio de rumbo de esta Institución, que es una de las principales de Nuestra Comunidad.
Todo esto sucedió bajo la falsa argumentación de que los cambios se hacen desde adentro, lo cual puede ser cierto siempre y cuando estén dadas las condiciones para hacerlo, pero en este contexto, es imposible. Lo único que hacen es avalar el accionar de la ultraortodoxia con el solo propósito de tener un cargo y no desaparecer como estaba sucediendo y que está claramente demostrado en los resultados de la elecciones anteriores en dónde fueron con otros sectores y no llegaron a los dos dígitos en el porcentaje de votos.
Esto que está pasando en el presente de AMIA, se parece mucho a la triste realidad de la política nacional, en donde los valores son dejados de lado por conveniencias y réditos que a la larga pagaremos “TODOS NOSOTROS”.
Les pido que por favor reaccionen, sin el compromiso de todos los integrantes del sector laico conservador de “NUESTRA COMUNIDAD”, esto va a ser casi imposible de revertir. Les pedimos que se asocien a AMIA y a aquellos que están asociados, que participen activamente en los diferentes espacios que están dispuestos a escucharlos y contenerlos en sus preocupaciones sobre el rumbo que está tomando “NUESTAR COMUNIDAD”. Y el día de la elección DEBEN IR A VOTAR, porque ese es el paso definitivo para poder concretar los cambios que necesitamos para volver a tener una AMIA viva y democrática en dónde las puertas estén abiertas a todos los Judíos, a los que nacieron y a los que eligieron serlo.
Una sola aclaración, las puertas van a cerrarse a los oportunistas que sólo buscan un beneficio personal.