Radicales de derecha repartieron octavillas a la entrada de varios colegios de Jerusalén en las que exhortan a los estudiantes a boicotear la conmemoración del asesinato del primer ministro, Isaac Rabin, hace 14 años.
El aniversario del magnicidio en 1995 por un ultranacionalista judío es el 4 de noviembre según el calendario gregoriano, pero en Israel las fiestas y conmemoraciones oficiales se rigen por el calendario hebreo.
Por ello hoy se recuerda con distintos actos institucionales y en todos los centros educativos.
En los panfletos se condena el asesinato del primer ministro, llevado a cabo por el extremista de la derecha nacionalista israelí Igal Amir, aunque también condena el "legado de Rabin".
Los estudiantes pueden leer que no se trata de un mensaje "contra Rabin como persona", sino "contra su memoria" y legado político.
Los folletos dicen que la línea política del difunto primer ministro defiende "no respetar a otros, y la abolición de todas las posturas", y le acusa de satanizar a la población en los asentamientos en su conjunto, así como a los activistas de extrema derecha.
"Llevó a los acuerdos de Oslo, así como el terrorismo y las bombas en nombre de la paz con nuestros enemigos", rezan las octavillas, al referirse al proceso de paz entre israelíes y palestinos en la década de los años noventa.
"El legado de Rabin fracasó. Rabin causó un desastre", concluye el texto, que contradice la versión oficial que el asesinato del jefe del Ejecutivo y carismático general supuso una estocada de muerte al proceso de paz en la región.
El presidente del Estado, Shimon Peres, el primer ministro, Biniamín Netanyahu, así como otros representantes políticos participaron en una ceremonia de estado que recordó la fatídica fecha en el Cementerio del Monte Herzl de Jerusalén.
El próximo sábado por la noche miles de israelíes se concentrarán en la plaza de Tel Aviv donde fue asesinado Rabin para honrar su memoria. EFE y fuentes propias