Mensaje del Presidente del Estado de Israel, Shimon Peres, a las comunidades judías en la diáspora, en ocasión del Año Nuevo Judío 5771
Al emprender el Nuevo Año, la esperanza de paz parece tangible. Mientras colocamos el foco en la cumbre en Washington, rezamos para que nos conduzca a la firma de un histórico tratado de paz entre Israel y los palestinos, que traiga tranquilidad, prosperidad y seguridad a los pueblos de la región. Con un futuro común y mejor en mente, el pueblo judío en la Diáspora e Israel debe trabajar, en conjunto, por el beneficio de las generaciones por venir y un futuro más brillante.
En este contexto, es imperativo que el espíritu de hermandad y el lazo más cercano con Israel continúen siendo parte de la educación judía y sionista de la juventud judía en la diáspora. Creo que la experiencia directa, que proveen las visitas a Israel, juega un rol significativo para alcanzar dichos objetivos.
En un período en el que los intentos por deslegitimar a Israel, como Estado judío, son incesantes, es esencial que nosotros, en Israel, y el pueblo judío a través del mundo, busquemos, entre todos, frustrar esos esfuerzos. Debemos movilizar nuestras fuerzas para exponer las mentiras y destacar los valores del pueblo judío a través de las épocas, basados en los Diez Mandamientos, así como los valores morales y éticos que constituyen las bases de nuestro país y nuestro pueblo.
Además, es vital que apoyemos a la comunidad internacional en la lucha contra los líderes fanáticos, armados con armas nucleares, que niegan el Holocausto y llaman a la destrucción del Estado de Israel. En un mundo en el que la ciencia y la tecnología clasifican en un alto nivel, Israel continúa ubicado a la vanguardia. En verdad, nos enorgullece la Profesora Ada Yonath, del Instituto Weizmann, que recibió el Premio Nobel de Química, y el Profesor Elon Lindenstrauss de la Universidad Hebrea, quien fuera acreedor de la prestigiosa Medalla Internacional para los Descubrimientos Sobresalientes en Matemáticas, por sus logros y por otorgarle tal mérito a Israel y al pueblo judío.
Nuestra misión, en los años por venir, es fortalecer nuestra unión en cuestiones que afectan el destino y el futuro nuestro. Debemos trabajar, juntos, en armonía para alcanzar acuerdos a través del diálogo. La solidaridad, hermandad, tolerancia y entendimiento son las bases para una familia fuerte y segura. No podemos, y no debemos, permitir que los desacuerdos nos desgarren. Debemos dedicarnos, de manera colectiva, al bienestar del pueblo judío. Con este espíritu, transmito mis mejores deseos a nuestros hermanos en todo el mundo, para un año de paz, gozo, buena salud y prosperidad.
Shana Tova UMetukah
Shimon Peres