SHAVUOT: YO NO SOY JUDIO GENUINO… DESCIENDO DE RUT LA MOABITA.
No pretendo generar polémica religiosa, ya que no me considero creyente ni erudito de la fé y por lo tanto sería hipócrita de mi parte.
No pretendo herir sentimientos religiosos, ya que soy respetuoso de quienes creen y observan sus creencias.
Pretendo abrir los ojos de quienes, por necedad o costumbre, discriminan y segregan de la comunidad judía a quienes no consideran judíos por no descender genéticamente de vientre judío de acuerdo a la denominada Halajá, que contiene infinidad de preceptos y normas, algunas contradictorias entre sí, que deben ser interpretadas y reestructuradas a la luz del inevitable avance de los tiempos y los cambios de las costumbres y ritos.
¿Qué diría Moshe Rabeinu si volviera a la vida y viera a quienes dicen ser sus más estrictos observantes vestidos con trajes medievales, con sombreros típicos de la rusia zarista o siguiendo estrictos rituales que él mismo no practicó ni conoció?
En ese mismo marco los judíos nos acercamos a Shavuot y me siento obligado a repetir la reflexión del título: la valentía de Rut que se animó a seguir a Noemí, su suegra, de vuelta a Israel, siendo ella hija de una familia moabita, quienes eran despreciados por el pueblo judío, y abrazar el judaísmo de tal modo que hoy, todos los judíos debemos decir que de alguna forma descendemos de ella, una no-judía, convertida al judaísmo no por ritos estrictos o formalidades impuestas por algún ortodoxo de aquel momento, sino por su voluntad y sacrificio para la construcción del mundo que ella creía correcto.
No solo reivindico su valor como mujer frente al lugar que les era asignado a las mujeres en esa época, sino me identifico como su descendiente frente al sectarismo y la discriminación que, si fuera hoy, la dejaría fuera del pueblo judío y de la comunidad judía de Argentina.
Leonardo Feiguin.
Hijo de madre judía.
Descendiente de Rut