Con el título “Gestión y transparencia: Inicio de un nuevo ciclo presupuestario”, la AMIA en su página web principal, desarrolla una serie de descargos relacionados con su contabilidad, presupuesto, asignación de recursos, etc.
Tal vez el motivo haya sido la reciente aparición de una nota vinculada al conflicto que mantiene la Institución con Radio JAI en donde se pone de manifiesto un déficit operativo de $11.000.000, un alto costo operativo y millonarios juicios laborales.
Difícil resulta confirmar estos supuestos ya que el balance del ejercicio 2017 ha cerrado el 31 de diciembre y en teoría el RAT que lo tratara se hará en el mes de abril o mayo del corriente año.
Lo que resulta indubitable según el presupuesto 2018 que no fue tratado por la Asamblea por falta de quórum, ya que la actual conducción no pudo congregar 46 de los 70 miembros que tiene el Bloque Unido Religioso, es que el presupuesto de educación (incluido subsidios) representa del total de asignaciones el 7,96% (el más bajo de la historia de la AMIA bajo la conducción del BUR) con una reducción del 9,50% respecto del presupuesto aprobado del 2017. La participación del rubro educación en el presupuesto 2017 fue del 10,18% y si vamos al presupuesto 2008 esta misma relación era del 15,45%. Lo cual demuestra claramente una desfinanciación del futuro de la Comunidad y la importancia que para esta gestión demuestra.
Otro aspecto que importa destacar es el de la transparencia y la consideración de los presupuestos por parte de la Asamblea. Ya quedó demostrado en la Asamblea del 11 de junio de 2014 en donde a partir de la participación que quien actualmente es el Presidente de la Institución Dr. Agustín Zbar y un pedido de moción de orden, limitara la posibilidad de deliberación en la aprobación del balance 2013 y el presupuesto 2014, cercenándose de esta forma toda posibilidad de debate, o incluso (como opinión personal) haber hecho fracasar este ultimo RAT para no tratar dicho presupuesto.
Claramente un dirigente comunitario debe tener no solo legalidad en el uso del cargo, sino también legitimidad en el mismo. Uno de los atributos para esa legitimidad es sin lugar a dudas la honestidad intelectual y la transparencia. La palabra puede ser utilizada para describir realidades pero solo los hechos las crean.
Elias Sporn
"a continuación transcribimos la nota original q público AMIA y que originó este comentario"
Gestión y transparencia: Inicio de un nuevo ciclo presupuestario
En el marco de las diversas acciones que sostienen y traducen el compromiso de AMIA con la transparencia y la sana administración, la institución dio comienzo a un nuevo ciclo presupuestario que presenta nuevos desafíos para el 2018, en vistas a cumplir con los más altos estándares de calidad.
Con un padrón de miles de socios activos, AMIA opera con superávit desde hace años, y sus ingresos se reinvierten en su totalidad en proyectos que desarrolla para la comunidad judía y la sociedad en su conjunto. En el año 2018 la institución invertirá más de 80 millones de pesos sólo en programas sociales, cuya cantidad de beneficiarios aumentó de forma progresiva.
Asimismo, proyectamos atender a más de 12.000 personas desde el Servicio de Empleo, y nos encontramos en pleno proceso de revisión y relanzamiento del Departamento de Educación, lo cual incluye la gestión de los Institutos de formación docente a partir del corriente año.
En este mismo sentido, la actual Comisión Directiva se ha propuesto trabajar aún más en la administración cuidadosa de los fondos comunitarios, siguiendo rigurosas normas de austeridad. El nuevo presupuesto respeta estos lineamientos y, como es habitual, será considerado oportunamente por la Asamblea de de Representantes de Asociados.
Ajustándose a la supervisión de contralores de alto nivel, AMIA cuenta con auditorías que garantizan la transparencia de su gestión de forma periódica, tanto internas como externas; estas últimas a cargo de la prestigiosa consultora Price Waterhouse & Co. S.R.L. Además, la institución gestiona bajo la certificación de las normas GRI e ISO, que garantizan la calidad de sus procesos.
En su empeño por introducir mejoras continuas, AMIA solicitó voluntariamente la adhesión al Pacto Global de Naciones Unidas, que exige trabajar comprometidos con diez principios que tienen una fuerte impronta en la transparencia y la sostenibilidad.
La institución pone a disposición de manera accesible en su página web, toda la información vinculada con sus estados contables y su reporte anual, que son utilizados como modelo por otras organizaciones de la sociedad civil en Argentina y Latinoamérica.