Aníbal Gauto es un imputado por crímenes de lesa humanidad habiendo sido acusado por ser uno de los responsables de un centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar iniciada en 1976.
Huyó durante años, y se escondió en Israel donde cambió su nombre y obtuvo la ciudadanía israelí de forma fraudulenta por haber mentido en cuanto a sus antecedentes. Ese trámite se encuentra controvertido en Israel.
Más allá de nuestro anhelo que las autoridades israelíes de todos los poderes del Estado hagan lo debido para que este sujeto sea puesto a disposición de la justicia argentina, una vez más ponemos de relieve la importancia que tendría que el proyecto de la comunidad judía para JUICIO EN AUSENCIA para casos de lesa humanidad estuviera aprobado, ya que sería una herramienta idónea no solo para casos como los imputados iraníes rebeldes por el atentado a la sede judía de Pasteur 633, sino para otros casos de lesa humanidad como el de el prófugo Gauto.
Esa herramienta, con todos los recaudos para preservar el derecho de defensa de los imputados cuando quisieran estar a derecho, permitirá avanzar en causas como las que se mencionan (atentado a la Amia y Aníbal Gauto) y lograr destrabarlas y avanzar a una sentencia, logrando lo que parece no ser posible de otra forma procesal.
Este tema tiene detractores entre quienes se encuentran genuinamente preocupados por las garantías del debido proceso y tienen posiciones jurídicas doctrinarias contrarias, y otros que desean que las causas se estanquen, que no se llegue jamás a una sentencia y los temas se hundan en el olvido. A los primeros les tendemos la mano para debatir y explicar los motivos por los que creemos sinceramente que no están en riesgo garantías constitucionales, y a los últimos, mercenarios al servicio de Irán o de los agazapados admiradores de la última dictadura militar argentina, les garantizamos que no cederemos y que trabajaremos incasablemente para lograr el éxito de la iniciativa, que será el éxito de la verdad y la justicia.