Funcionarios oficialistas critican a la AMIA y la DAIA y organizan un encuentro.
La oportunidad elegida dio lugar a múltiples sospechas. En coincidencia con la violenta muerte del fiscal Alberto Nisman, y en momentos en que la dirigencia comunitaria representada por la AMIA y la DAIA subió el tono de sus críticas al Gobierno, un nutrido grupo de "argentinos de origen judío" identificados con el kirchnerismo salieron a mostrar sus diferencias con las centenarias entidades centrales de la comunidad y convocaron a un "encuentro". Desde la dirigencia judía adivinan allí la mano de la Casa Rosada, dispuesta a profundizar las grietas existentes en su propio beneficio.
"No pretendemos constituirnos en la voz de la totalidad de los argentinos de origen judío, pero les negamos a la DAIA y a la AMIA la atribución de hablar y de negociar en nuestro nombre, como si fueran los depositarios del monopolio de «lo judío»", dice el manifiesto de la flamante agrupación, publicada en una página web. En línea con la postura oficial, los firmantes no se privaron de criticar "el vínculo de subordinación" de Nisman "con la embajada de Estados Unidos" y el "brusco cambio de postura" de la AMIA y la DAIA en relación con el memorándum de entendimiento firmado por el canciller Héctor Timerman con Irán en enero de 2013.
Con sólo repasar la lista de los nombres más conocidos queda clara la filiación política de los firmantes. Hay allí diputados kirchneristas, como Carlos Heller, Mara Brawer o Edgardo Form; el abogado de las Madres de Plaza de Mayo, Eduardo Barcesat; el funcionario e intelectual de Carta Abierta Ricardo Forster, y el titular de la agrupación de familiares de víctimas del atentado 18J, Segio Burstein, además de agrupaciones judías de izquierda hoy minoritarias, como Convergencia o Icuf.
ORGANIZADOR
Detrás de bambalinas, dicen en la DAIA, está Jorge Elbaum, que aparece como "sociólogo" en el listado, cuando en realidad tuvo y tiene cargos oficiales importantes: fue director de la escuela de inteligencia del Ejército y es embajador de la Argentina ante la task force internacional sobre el Holocausto y contra el antisemitismo. "Soy kirchnerista desde 2003. Y lo fui cuando era director ejecutivo de la DAIA (nunca lo oculté), pero la convocatoria es plural", contestó Elbaum desde su cuenta de la red Facebook .También afirma que las entidades fueron "cooptadas" por los "intereses económicos concentrados".
¿Se viene una nueva entidad judía, al estilo de la OIA, creada por Juan Perón en los años cincuenta? "No. La idea es construir un polo de referencia de todo el arco progresista de los argentinos judíos. La convocatoria es a un congreso entre abril y julio de este año. Pretende una voz que se diferencie de la AMIA y la DAIA", dijo Elbaum a LA NACION. ¿Por qué ahora? "Ambas instituciones han decidido ser parte de la oposición institucionalizada", contestó el funcionario kirchnerista en relación con la actitud de las entidades con el Gobierno.
Desde la DAIA salieron a responder con dureza. "No estamos dispuestos a entrar en el juego de aquellos que quieren desacreditar a las instituciones [judías] porque son los mismos que formaron parte de las mismas y hoy están criticando y poniendo en duda su representatividad", dijo el titular de la DAIA, Julio Schlosser, a la Agencia Judía de Noticias. El vicepresidente de la entidad, Waldo Wolff, fue más allá. "Pueden armar una nueva organización si no se sienten representados. Pero no vamos a permitir que digan falacias que son funcionales a los antisemitas de derecha y de izquierda, como Luis D'Elía, Fernando Esteche y Alejandro Biondini", dijo el dirigente comunitario, hijo de sobrevivientes del Holocausto, a LA NACION.
El debate, claro, recién parece estar comenzando, dentro y fuera de la comunidad judía organizada, y promete nuevos capítulos.