El 28 de Iyar, se celebró el Día de Jerusalém
Si bien festejamos este día debido a la anexión de la parte oriental de Jerusalem a Israel en 1967, durante la Guerra de los Seis Días, lo que significó la reunificación de la ciudad, para la diáspora la ligazón es mucho más profunda y data de mucho tiempo atrás.
Desde la Biblia, pero más aun desde todas las diásporas ocurridas en la historia judía, Jerusalén o Sión, representa el faro que ilumina la idea y el concepto de Pueblo Judio.
Pueblo, Nación y Fe, son conceptos que se aúnan y relacionan en el nombre Sión.
“Mi Sión Teize Torá”, de Sión saldrá la luz de la Tora, es una de las tantas acepciones y versiones de este complejo entramado de conceptos: pueblo, nación y creencia monoteísta.
Desde mi punto de vista, la palabra Ierushalaim condensa varias raíces y por ende varios significados: ierushá o herencia, shalem o integración y shalom o paz.
O sea, pienso que la herencia de un pueblo se integra como Nación cuando hay paz.
