AJN.- Tras la sanción de la ley que permite el casamiento entre personas de un mismo sexo, los rabinos de las distintas comunidades judías de la Argentina manifestaron distintas opiniones y se mostraron cautos sobre los alcances de la nueva legislación. En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, el rabino Daniel Goldman, quien ya se manifestó a favor de la unión entre personas homosexuales, dejó en mano de la comunidad la decisión de celebrar una ceremonia religiosa entre personas de un mismo sexo. En tanto, el rabino Tzví Grünblatt, director de Jabad Lubavitch Argentina, afirmó que “la Torá dice y marca que el casamiento es entre dos personas de dos géneros diferentes y está absolutamente prohibida la unión entre personas de un mismo sexo”. El rabino Alejandro Avruj consideró que la sanción de la ley, lo único que hace es “formalizar una situación que de hecho ya existe” en la sociedad argentina. Por su parte, el rabino Efraim Dines se amparó en la Torá para rechazar el matrimonio gay y consideró que la posibilidad de que estas parejas puedan adoptar es “un atropello a los derechos humanos”.
Tras la sanción de la ley que permite el casamiento entre personas de un mismo sexo, los rabinos de las distintas comunidades judías de la Argentina manifestaron distintas opiniones y se mostraron cautos ante los alcances de la nueva legislación.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), Daniel Goldman, rabino de la comunidad Bet-El, ratificó su apoyo al matrimonio entre personas de un mismo sexo, aunque dejó en mano de los miembros de su congregación la decisión de celebrar una ceremonia religiosa entre homosexuales.
Consultado sobre la posición que adoptará al comenzar a recibir pedidos de Jupá (palio nupcial), Goldman dijo que aún no puede responder sobre el tema.
“Lo que si sé es que en algunos lugares de Estados Unidos, tengo colegas que realizan matrimonios gays, a mí nunca se me presentó el tema y nadie vino a pedir, en caso de que vengan lo evaluare con mí comunidad y veremos que hacemos y que respuesta damos”, dijo.
No obstante, Goldman aclaró que en principio esta a favor, pero aclaró que “estas no son decisiones personales sino que tienen que discutirse comunitariamente”.
El rabino consideró que este es un tema que “habrá que trabajar con la escuela y los padres heterosexuales y homosexuales”. “Es un proceso cultural que se tienen que ir elaborando”, agregó.
En cuanto a la posibilidad de adopción, Goldman también se manifestó a favor y aclaró que este es un tema que se está llevando a cabo.
“Un padre homosexual antes adoptaba individualmente, ahora todo el tema es que la ley cubre los derechos de que la pareja misma pueda adoptar de modo tal que aquel que no adoptó pueda acompañar a ese chico en la garantía de derechos que tiene” explicó.
Goldman desestimó que el casamiento entre personas de un mismo sexo vaya a afectar el judaísmo de una persona.
Respecto de la ley judía del Get (divorcio), el rabino apuntó que hay toda una discusión alrededor de este punto, ya que en el caso de los matrimonios entre personas de un mismo sexo “no se da una Ktubá se da otro documento”.
“El tema es que como no es una Ktuba es un documento que tiene otro alcance. Tenemos que entender que esto es un proceso cultural que se irá elaborando con el tiempo y que las pautas culturales evidentemente requieren de un periodo que lleven a la práctica todo esto”, señaló.
Por su parte, el rabino Tzví Grünblatt, director de Jabad Lubavitch Argentina, afirmó que “la Torá dice y marca que el casamiento es entre dos personas de dos géneros diferentes y está absolutamente prohibida la unión entre personas de un mismo sexo”.
“Simplemente es una ley civil que habla de la disposición de bienes, pero no convalida si está bien o está mal. En ese aspecto se puede armar o desarmar una ley pero no cambia la cuestión de fondo que tiene que ver con lo que dice la Torá”, subrayó Grünblatt.
El director de Jabad Lubavitch Argentina sostuvo que “es el deber de los líderes religiosos esclarecer a la gente, más allá de los bienes, que es lo correcto y que es lo incorrecto desde la Torá”.
Asimismo consideró que con la legislación aprobada por el Congreso argentino “no le hacemos un bien a la gente”. “Tal vez, pasajeramente, pensamos que tenemos las mejores intenciones, pero más allá de eso no le hacemos un favor”, insistió.
Además, el religioso señaló que “no toda la gente que tiene inclinaciones hacia personas del mismo género tiene inclinaciones absolutas” y señaló que quienes prefieren la unión entre personas de un mismo sexo son “una minoría” incluso dentro del mismo grupo.
Grünblatt instó a pensar “en aquello que es bueno para otros sin intenciones de discriminar”.
“Estamos hablando de buscar, ayudar y ser beneficioso de la manera correcta y de fondo. Por lo tanto, si incluso dentro de un segmento una persona va a asumir lo que la Torá y Dios le dice al hombre que debe hacer, por esa sola persona que hemos beneficiado vale la pena”, afirmó.
Para Grünblatt, la legislación lo que hace es “desentenderse de lo que hace el otro” porque autoriza en la medida que no afecte a los otros.
“Realmente hay muchas cuestiones de lo ético que los humanos no podemos resolver al respecto. Quienes tienen como referencia la palabra de la Torá que rige al hombre en esta cuestiones ética sabe que va más allá de lo que pueda decir una ley”, señaló.
El religioso puntualizó que “no hay que entrar en el error de que esto se convierta en una luz verde a una actitud que sigue siendo incorrecta”.
Grünblatt consideró que la legislación aprobada no tiene influencia sobre el judaísmo pero si sobre los judíos, quien a su entender “no tienen que tomar un mensaje equivocado”.
En tanto, el rabino Efraim Dines aseguró que esta reforma legislativa no traerá “ningún cambio” porque su comunidad legisla “de acuerdo a la Torá”.
“Y la Torá entiende el matrimonio únicamente entre dos sexos diferentes y prohíbe totalmente una cosa no natural y que lo llama abominación. Por lo tanto no cabe de ninguna manera que cuando se legisla de acuerdo a la Torá este tipo de uniones”, agregó.
En declaraciones a AJN, Dines explicó que “la legislación que puede legislar un ente humano y social como un parlamento se basa en factores convencionales como es la mayoría de votos, pero la Torá tiene un origen divino”.
Según su interpretación, Dios legisló “exactamente como debe desarrollarse para mejor y la forma más excelente del mundo que él creo”. “Las criaturas no pueden decidir las decisiones que debe hacer el creador”, señaló.
“Nosotros como judíos llevamos ya milenios aceptando la teoría del creador. Esto no es un tema actual, si la Torá prohíbe las uniones homosexuales y lesbianas es porque existían en ese momento también”, indicó.
Dines aclaró que difunde lo que dice la Torá, por lo que no puede “estar ni en contra, ni a favor” del matrimonio entre personas de un mismo sexo.
“Lógicamente, ya de por si es una unión desnaturalizada porque no es de hombre y mujer y estamos hablando de algo muy delicado que es la adopción que incluye la educación”, indicó.
Siempre en diálogo con esta agencia, Dines indicó que el futuro es “muy triste” para los chicos que puedan ser adoptados por matrimonios homosexuales. “Me parece que hay un egoísmo muy grande porque ellos quieren beneficiarse y no piensan en beneficiar porque no comprenden todas las vivencias que implica”, argumentó.
“A esos chicos les quitaron la oportunidad de tener la oportunidad de poder tener papás y mamás adoptivos, y sin consultarlos automáticamente estarán viviendo en una unión degenerada de la naturaleza. Yo creo que es un atropello a los derechos humanos, a ese niño al cual no se lo consulto”, sostuvo.
En tanto, Alejandro Avruj, rabino de la comunidad NCI - Emanu El, consideró que el cambio en la legislación argentina lo que hace es que “sus ciudadanos tengan los mismos derechos, garantías y obligaciones”.
“Comprendiendo que el formato de familia en los últimos años definitivamente ha cambiado y deberemos estar atentos”, agregó el religioso.
Avruj defendió el carácter diverso de la sociedad argentina y señaló que “todos somos diferentes, todos tenemos nuestra forma de ver a Dios”.
“Somos un pueblo pequeño y entre nosotros somos diferentes no nos hace ser ni mejor, ni peor, sino diverso y distinto, sosteniendo una propia cultura tradición y espiritualidad y así con cada ser humano”, manifestó.
Avruj insistió con que “lo que establece la ley no es que a partir de ahora existirán familias de padres del mismo sexo con hijos sino que lo que hace es formalizar una situación que de hecho ya existe y en la que la sociedad ya se ha abierto a incluir y a integrar”.
“Una de las cosas que tenemos que celebrar es que se haya debatido, si bien a mi entender fue un debate corto para la importancia del hecho que se trata, en donde lamentablemente se ha caído en el simplismo de dejar caer una temática de profundo corte social en la bajada de la politiquería de un lado y del otro”, opinó el religioso en diálogo con AJN.
Avruj consideró que “así como hay que defender el derecho a la igualdad ante la ley también debemos defender la celebración de la diversidad y quizás uno de los puntos que debamos refutar para no necesariamente estar todas las partes de acuerdo”.
Asimismo, Avruj consideró que “si bien los derechos deberían ser iguales, las denominaciones en relación de lo que es una pareja homosexual y heterosexual deben ser diferentes y de esa manera respetar a aquellos que, histórica y tradicionalmente, bajo el nombre de matrimonio se amparan en una serie de valores y tradiciones que este nuevo formato familiar deberá comprender y sintiéndose completamente igual y respetado asumir otra denominación”.
“Con respecto a lo religioso será un tema que tendremos que debatir. Nosotros como la tecnología estamos atrasados en relación a países como Estados Unidos unos 20 años, en el debate de estas temáticas”, sostuvo.
No obstante, Avruj consideró que “sería inaplicable” el ritual de la Jupá, ya que “con solo leer el texto de la Ktuba o comprender las bendiciones que se hacen debajo de la misma, no tiene que ver con segregación, sino que simplemente no tiene forma de cuadrar en este nuevo formato de pareja”.
“Por lo que el debate deberá incluir si es posible celebrar una unión dentro del marco religioso (ritual que ya se viene haciendo en varios lugres como Estados Unidos) y de ser así que tipo de ritual y que tipo de denominación debiera dársele”, indicó.
En cuanto a la posibilidad de que el matrimonio de mismo sexo afecte el judaísmo de una persona, Avruj volvió a defender el carácter diverso de la religión.
“El judaísmo es justamente la expresión más sana del amor a la diversidad. Dentro mismo del pueblo judío hay diferentes formas de comprender vivir el judaísmo y esto no es un tema de modernidad”, consideró.