La Corte Suprema de Justicia anuló la ley que exime a los judíos ultraortodoxos del servicio militar obligatorio mientras estudian en yeshivot (academias talmúdicas). El fallo entraría en vigor dentro de un año.
La mayoría decisiva de los magistrados estuvo de acuerdo con la posición de los peticionarios, el Movimiento por la Calidad del Gobierno, de que la ley perpetúa la desigualdad entre los jóvenes seculares que están obligados a alistarse en el ejército y los jóvenes religiosos que están exentos.
Los jueces examinaron los datos y su análisis muestra que la tasa de estudiantes de yeshivot que se alistaron en el ejército o el en servicio civil nacional fue menor en aquellos años en que estaba vigente el actual acuerdo legal para exenciones. El número de estudiantes ultraortodoxos que se alistaron fue extremadamente pequeño y no exhibió ningún cambio significativo, como lo requiere la ley, dijeron los jueces.
La esperanza de cumplir con los objetivos de alistamiento establecidos por la ley existente está decreciendo cada año, dijo la corte. Como resultado, el objetivo de la ley de reducir la desigualdad en la carga del servicio militar no se está cumpliendo, escribió la presidenta de la Corte Suprema Miriam Naor.
El Movimiento para la Calidad Gobierno dijo que esperaba que después de una batalla de 17 años por la igualdad en el servicio militar, el proyecto de ley ahora se aplicará por igual a todos los ciudadanos israelíes, sin discriminación. El movimiento instó a la Knéset a promulgar una nueva ley de igualdad para todos.
El ministro del Interior Aryeh Deri, jefe del partido ultra-ortodoxo Shas, fue rápido para condenar el fallo, diciendo que “demuestra nuevamente la grave desconexión entre la Corte Suprema y el pueblo judío, que ha aprendido a través de todas las generaciones que lo que nos mantiene unidos contra la persecución y decretos malignos fue el estudio de la Torá”.
La presente sentencia se basa en una decisión diferente del Tribunal Superior a finales de los años noventa. La Corte Suprema dictaminó entonces que el ministro de Defensa no tenía la autoridad para conceder exenciones generales del servicio militar a los estudiantes de yeshiva, sin una legislación explícita aprobada por la Knéset otorgándole tal autoridad.
Como resultado, el gobierno estableció una comisión conocida como “Comité Tal”, que establecía los criterios para las exenciones, y en 2002 la Knéset aprobó la “Ley Tal” que establecía las nuevas reglas para la inscripción y exención de los jóvenes ultraortodoxos para alentar su alistamiento.
En 2006, la Corte Suprema dictaminó que, a pesar de sus buenas intenciones, la ley Tal no cumplía con los requisitos de igualdad ante la ley y su meta no se alcanzaba, por lo que era necesario un reexamen de la cuestión. Como resultado, la ley fue prorrogada por cinco años más, y en 2012 La Corte Suprema dictaminó que la ley no había logrado sus objetivos y era inconstitucional.