Karolina Reszeli y su fallecida madre, Zsuzsanna, fueron declaradas "Justas entre las Naciones", máximo título honorífico que otorga "Yad Vashem", la Autoridad para el Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto. La decisión fue rubricada por Jacob Turkel, ex Juez de la Corte Suprema de Justicia y Director de la Comisión de Designaciones de Yad Vashem.
La Fundación Internacional Raoul Wallenberg distinguió a ambas mujeres en un acto organizado en la Universidad Teológica John Wesley, en Budapest. En la ocasión fueron entregados dos ejemplares de la "Medalla Raoul Wallenberg" y la "Medalla Esfira Maiman en tributo a Mujeres Salvadoras", así como sendos diplomas. Al mismo tiempo, la FIRW editó un dossier que presentó a Yad Vashem con la enfática recomendación de que ambas mujeres sean declaradas Justas entre las Naciones.
Ilonka Kalman y su hijo de 18 años, Steve Kalman (hoy Colman), encontraron refugio en Budapest, en la casa de Zsuzsanna Reszeli y su hija Karolina cuyo apodo es "Csöpi" ("pequeñita" en húngaro). A pesar de que Karolina tenía por entonces diecisiete años su estatura era la de una persona normal de tres años de edad. Karolina y su madre corrieron grandes riesgos al ayudar a la familia Kalman. Sin embargo, nunca dudaron de que su decisión de extender una mano al necesitado era exactamente lo que debían hacer.
Una estampilla conmemorativa de Karolina Reszeli fue emitida por el Correo de Israel a instancias de una iniciativa de la Fundación Wallenberg.
La distinción reconoció las acciones de coraje humanitario llevadas a cabo por madre e hija en Budapest, Hungría, durante el dominio del nazismo y sus aliados locales. Con sus vidas constantemente amenazadas, Zsuzsanna y Karolina dieron refugio en su propia casa a judíos perseguidos.
Steve Colman, hoy ciudadano australiano, y su madre salvaron sus vidas gracias a las acciones de solidaridad, arrojo y coraje cívico de Zsuzanna y Karolina Reszeli.
Carta de Steve Colman a Yad Vashem
Irena Steinfeld
Yad Vashem
Jerusalén
Israel
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He recibido anoche la noticia sobre la declaración de Justas entre las Naciones de Karolina Reszeli y su fallecida madre Zsuzsanna. Quisiera expresar mi agradecimiento, a usted y a todos quienes han hecho posible este logro.
Agradezco especialmente a Baruj Tenembaum, a quien nunca tuve la ocasión de conocer personalmente pero que me respaldó y compartió conmigo anoche este momento emocionante con lágrimas en los ojos. Finalmente, de una pequeña manera, por cierto, puedo sentir que devuelvo con una muestra de gratitud los actos heroicos llevados a cabo por ambas mujeres entre noviembre de 1944 y enero de 1945.
Mi agradecimiento a Baruj Tenembaum se extiende a todos los integrantes de la Fundación Raoul Wallenberg.
Nadie que no haya vivido aquellos trágicos días puede entender lo que los Justos hicieron. Luego de 65 años y gracias a su ayuda y la de otras personas puedo hoy sentirme un privilegiado al recompensar, de algun modo, lo realizado por esas dos mujeres.
Sé que el Estado de Israel o la Comunidad Judía nunca encontrarán una manera adecuada de agradecer, más grande que aquella que yo manifiesto hacia esas dos personas quienes fueron grandes en aquellas horas de necesidad.
Atentamente,
Steven Colman
Chatswood
Australia