Como todos los años desde que la conducción que integraba Luis Grynwald lo impulsó, la AMIA realiza un homenaje ,cada 7 de Diciembre, a los desaparecidos judíos durante la última dictadura cívico militar argentina. 

Siempre recordamos que la dictadura se ensañó especialmente con los detenidos judíos, que representan un porcentaje muy superior al de la comunidad judía en la sociedad, y eran especialmente torturados por su condición de judíos, con innumerables testimonios de actos antisemitas y nazis durante esas torturas de las que eran víctimas.

Adherimos y convocamos al acto en Pasteur 633, subsuelo, aunque en esta oportunidad la Amia decidió realizarlo en una fecha diferente, y lamentamos que no haya una coordinación con otras entidades centrales comunitarias como la DAIA que ya había convocado en esa fecha y horario a un acto en la sede de Cancillería Argentina en homenaje a la Fundación Raoul Wallemberg con importante asistencia de autoridades.

La memoria y la justicia no se negocian ni se renuncian, son parte de nuestra identidad como judíos, tanto la de la Shoa como la de la dictadura argentina.

Si mis recuerdos de la escuela primaria no me fallan, se atribuyen a Domingo Faustino Sarmiento, el gran educador sanjuanino, dos frases celebres: "Bárbaros , las ideas no se matan"  y "Los muertos que vos matais gozan de buena salud".  Por lo menos la segunda frase ya se sabe exactamente que no fue original de él, sino del dramaturgo francés  Pierre Corneille en su obra "El mentiroso". Pero Sarmiento, ávido lector y amante de la literatura, encontró  y las utilizó en el momento adecuado.

El Estado Islámico (ISIS) ha perdido casi todo el dominio territorial conquistado en 2014 en Irak y Siria pero sigue sosteniendo su accionar terrorista sobre el mundo global con grupúsculos organizados o con individuos solitarios a quienes les han inoculado una tergiversación ideológica, fanática y criminal de una  religión, el Islam, ya sea en forma de entrenamiento directo o por intermedio de las redes sociales.

Pocas cosas deberían preocupar más a nivel internacional que los movimientos políticos que viene realizando Arabia Saudita en las últimas semanas. Se trata, ni más ni menos, de un desafío mayúsculo para dirimir con Irán una cuestión clave: quién se queda con el liderazgo político, territorial y religioso en el Medio Oriente. Lo más grave es que no hay lugar para dos.

La población judía de Israel que se identifica con el movimiento reformista se ha duplicado en los últimos siete años, si bien sigue siendo una porción pequeña de la población, según una nueva encuesta realizada por el Instituto de Democracia de Israel.