Los diplomáticos europeos que se levantaron decididamente el lunes en Ginebra y salieron de la sala en la que el Presidente de Irán Mahmud Ahmadinejad lanzó otro de sus discursos llenos de odio contra Israel, dieron un ejemplo de dignidad. Ni los aplausos y vítores de representantes árabes y musulmanes , a las palabras del orador, pudieron opacar esa decidida reacción europea. 

 
Las causas intrínsecas del racismo antisemita, el terrorismo y el totalitarismo en Irán son fenómenos que hunden sus raíces mas profundas en la ideología islamista. Por ello, no hay de que sorprenderse ante el discurso pronunciado por el presidente Iraní en Ginebra.

En el 61° Aniversario del Estado de Israel, Plural JAI quiere compartir este video el que, si bien fue realizado para el 60° aniversario, continua siendo una muestra de emoción y orgullo por los logros en estos 61 jóvenes años.

Los invitamos a ver un video emocionante!!!

"Una vez que sabes quién eres, de dónde vienes, qué significado tiene el pasado para tu futuro, le das un gran significado a tu vida. Y cuando haces esto, le das un gran significado al mundo"

 
Recemos por los judíos. Que Dios Nuestro Señor ilumine sus corazones para que reconozcan a Jesucristo, Salvador de todos los hombres. Dios, omnipotente y eterno, tú que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, concede, propicio, que, entrando la plenitud de los pueblos en tu Iglesia, todo Israel sea salvado".

Ahmadineyad pide crear un Tribunal Penal Internacional para juzgar a Israel
22/4/2009
ItonGadol/EFE.-El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad instó hoy a la ONU, al Tribunal Internacional y a los países del mundo a emprender acciones legales y a crear un tribunal penal internacional contra Israel, estado al que volvió a acusar de perpetrar un genocidio en los territorios palestinos. clic

Aún recuerdo el momento en que me enteré de que seis millones de judíos habían sido exterminados durante la Segunda Guerra Mundial. Fue en Jerusalén en la primavera de 1945, unas semanas después del fin de la guerra. Yo tenía unos nueve años, y la guerra en sí, pese a que ocurría lejos de Palestina, la seguía con gran interés y emoción a través de lo que me iba contando mi padre.