Sobre los judíos de 6 brazos

Sin duda, frases cómo "la primera pregunta, pues, es porqué tanta gente inteligente, cuando habla sobre Israel, se vuelve idiota." no facilitan el diálogo. Iniciar una exposición descalificando drasticamente al oponente simplemente demuestra la debilidad de los argumentos propios.

Ante las preguntas de Pilar Rahola sobre el porque del cuestionamiento a Israel por parte del progresismo Europeo y Latinoamericano, la respuesta es muy simple. El anticolonialismo.

La colonización directa del tercer mundo por parte de los países centrales fue reemplazada a posteriori de la segunda guerra mundial por el neocolonialismo. La batalla de Argelia fue, quizá, la última gran expresión de la lucha anticolonialista. Vietnam, a diferencia de Argelia, no luchaba contra la ocupación directa sino contra la nueva forma de dominación.

Israel es visto por todo el espectro progresista como una expresión del colonialismo europeo. Es muy simple, blancos provenientes de Europa desembarcaron en Asia, desplazaron a la población nativa y crearon su propio estado. Igual que los Boers en Sudáfrica, igual que la ex Rhodesia, actual Zimbabwe.

Para poder diferenciar entre un judío que retorna a su tierra luego de 2.000 años de un francés que ocupa Argelia o un holandés que ocupa Sudáfrica se requiere un profundo conocimiento del tema, y aún así, no es tan simple. En última instancia, para la población nativa la situación es igual.

Por lo tanto, la condena a Israel, y por sobre todas las cosas, la condena al mantenimiento de la ocupación militar de parte de la Cisjordania, y el bloqueo a Gaza, están validados por la lucha anticolonialista. Los antisemitas latentes aprovechan esta situación y se suman al coro condenatorio.

Israel no ayuda mucho a modificar esta visión con el apoyo incondicional a toda medida estadounidense en la ONU, aún las criticadas por Francia e Inglaterra.

Pilar Rahola tiene razón cuando dice que toda crítica contra Israel no es antisemitismo. Lamentablemente, la dirigencia local es ciega a este argumento y pretende descalificar toda crítica a las políticas del gobierno de turno en Israel con el sello de antisemitismo.

Es por lo tanto responsabilidad nuestra, y me refiero a los judíos progresistas, dar la discusión y enfrentar en cada foro y cada lugar, ya sea facultad, partido político, ámbito de discusión, etc., a toda expresión condenatoria que no revindique el derecho del pueblo judío a su propio estado, con fronteras seguras, por un lado, y defender del derecho de criticar las políticas israelíes por el otro, tanto por miembros de la colectividad cómo en general.