Pintura La Pendaison (El Ahorcamiento), de Jacques Callot “Les Grandes Misères”, Cuadro de la serie: Las grandes miserias de la Guerra.
Hace menos de un mes en Bruselas los funcionarios de la Comunidad Europea. Describían en una conferencia de prensa, sus futuras metas económicas y políticas. A través del prepuesto multianual económico-financiero (MFF) que comprende los periodos 2021-2027 presentada por la Comisión de Presupuesto Comunitaria. En la que ya no está incluida Gran Bretaña debido al voto del Brexit por la cual se separaba del bloque.
Donde explicaron que tienen planeado expandir su presupuesto para ese periodo en casi 200 trillones de Euros. Estableciendo cambios fundamentales a sus políticas de desarrollo y sociales. Las que incluyen una reducción del 5% en los subsidios a la agricultura que afectarían en mayor medida a los países menos desarrollados del bloque. Y así mismo plantea reducir sus subsidios estructurales también para las economías más atrasadas en un 7%. Mientras que los aumentos del presupuesto serán destinados a subsidios a la inmigración, seguridad, intercambio estudiantil e investigación y desarrollo. A los efectos de ser presentados para su aprobación por la totalidad de los miembros de la Asamblea de la Comunidad o sea el 100% de los miembros como marca la carta orgánica.
Pero dentro de la presentación realizada por la Comisión Europea, para sorpresa de muchos países de la zona, también se presentaba otro proyecto de resolución. Según el cual la misma Comisión de Gobierno se arrogaba para sí misma ciertas facultades. Reservándose el derecho de sancionar a los estados miembros violadores de los valores de derechos humanos fundamentales para la Comunidad y que se desvíen de las prácticas democráticas que hacen a los valores europeos actuales. Esta propuesta tal como fue presentada separada del Presupuesto general a aprobarse no es un detalle menor. Ya que las resoluciones de las normativas presentadas a la Comisión, requieren según su estatuto solo el 55% de los votos totales de los miembros de la zona.
Y nos llama la atención porque no solo es violatoria de la carta fundacional de la Comunidad Europea. Sino también porque es un elemento que se quiere utilizar para castigar y perseguir a los países que no acuerden ciegamente a las políticas de los funcionarios de Bruselas. Y esta políticamente motivado y dirigido contra Polonia y Hungría en mayor medida pero también contra la Republica Checa. También tenemos que tener en cuenta que aunque la Comisión trate de encontrar un atajo para la aprobación de sus valores deberá contar uno a uno los votos para la aprobación de esta medida. Ya que es muy difícil que la nueva coalición de derecha en Austria e Italia vote favorablemente este paquete. Aunque con la destitución del gobierno de Rajoy en España ya tenga asegurado este voto que antes estaba en duda.
Es por estos motivos expuestos anteriormente que aunque esta proposición seguramente no sea aprobada. Nos surge la pregunta de por qué fue presentada y cuál es la concepción filosófica que la impulsa y porque molesta a ciertos países europeos. Y aquí debemos hacer un paréntesis para relatar como entienden los europeos las relaciones entre ellos mismos.
Hace cuatrocientos años en el mes de Mayo de 1618 comenzaba una de las tragedias más grandes para los reinos cristianos europeos. Cuando los representantes de los estados protestantes en Praga tiraban por la ventana del castillo real al Emperador de los Estados Checos. Dando comienzo a la guerra religiosa entre los estados centrales protestantes y los católicos encabezados por Francia y el Imperio Católico de los Habsburgo. Y que pasó a ser conocida como la guerra de los treinta años. Aunque al principio la guerra comenzó por rencillas religiosas. Con el tiempo el conflicto se fue degenerando deviniendo en una guerra de aniquilación y conquista territorial que vio a los estados alemanes como los más perjudicados. Cuando las partes decidieron poner fin a la carnicería y firmaron un acuerdo de paz europeo establecieron las bases políticas que regirían las bases en que los estados europeos se dirigirían los unos a los otros. Este sistema de relaciones dio lugar a un nuevo orden europeo que se conoció como la “Paz de Westfalia”.
Firmado en 1648 dejó por sentado las primeras reglas de relaciones internacionales entre los estados. Donde se reconocían los derechos de los estados en base a la equidad e igualdad de trato entre todos los estados europeos. Prohibiendo y terminando las guerras religiosas europeas. Y a su vez reconociendo a los estados a través de sus ciudadanos y no por sus religiones. Aunque no dejo vedada la posibilidad de guerras por el control territorial ni para el control de recursos estratégicos. Establecía un balance de poder donde un reino o estado más fuerte que todos los otros juntos no podía doblegar la voluntad e imponer requisitos a cualquiera de los demás. A fin de prevenir la hegemonía de unos sobre otros.
Estos principios que se convirtieron en normas de convivencia y política europea a lo largo de 400 años. A nuestro criterio fueron violados en dos oportunidades, primero durante las guerras napoleónicas europeas y luego durante la Segunda Guerra Mundial con las consecuencias que todos conocemos y que marcaron al mundo.
Por este motivo si bien no parece ser posible que estas medidas de castigo a países miembros con políticas internas diferentes a las de los países centrales europeos sean llevadas a la práctica. Si ponen en alerta a los países periféricos europeos que ven esto como un avance sobre sus decisiones propias y el sistema de balance de poder entre estados. Haciéndoles recordar una vez más a un gobierno totalitario que quiere imponer sus ideales a través de la fuerza. Ideas políticas que están totalmente enfrentadas también a la tradicional Escuela de Relaciones Internacionales Británica. Y quizá en este punto podamos entender el hecho político por el cual se produjo el Brexit de Londres.
Pero debemos preguntarnos entonces quienes son los miembros que empujan estas medidas que a los ojos de algunos países europeos son vistas como fascistas y que tienden a la destrucción de sus estados nacionales independientes como ellos lo entienden. Y debemos decir que estas medidas están promovidas por los miembros de los partidos liberales europeos. Como mensaje que ellos no toleraran una desviación conservadora a lo que entienden que debe ser la Europa y el mundo. Acompañados por el Presidente de Francia Macron y por las aspiraciones de este país en las próximas elecciones europeas. Y que verían la caída del Presidente de la Comisión de Gobierno el francés Jean Claude Juncker. Y también asociados a fuerzas centristas que quieren obtener más escaneos en estas próximas elecciones captando votos de la izquierda y de los centro-derechistas.
Hoy lo que tenemos que tener presente para ver es sí Europa va a continuar como potencia central. O va a perder toda su hegemonía política mundial. Esto dependerá a nuestro entender si Europa una vez más va a retornar a su modelo tradicional de relaciones y balance de poder establecidas en la Paz de Westfalia. O va a fallar emulando una especie de fascismo tratando de que ciertos países impongan su hegemonía y poder dirigiendo al resto a un destino no deseado. Haciendo colapsar a este nuevo mega-estado denominado Comunidad Europea.
Queremos finalizar este articulo con una cita que W. Churchill pronunciará en el Parlamento Ingles durante las horas más oscuras de la Segunda Guerra Mundial el 09 de Septiembre de 1941: “Seguimos siendo los arquitectos de nuestro destino, y los capitanes de nuestras almas.”
Por último queremos agradecer al “Valdai Discussion Club Moscú”. Por traer a la luz estos temas de discusión política para la promoción de intelectuales internacionales y rusos. Y por realizar un análisis político, económico y social independiente sobre Rusia y el mundo.