Obseso sexual, ¿y qué?
¿Existe algo más hermoso,
soberbio, maravilloso,
que un desnudo de mujer?
Lo deben reconocer
ancianos, maduros, mozos:
no hay nada que dé más gozo
al que en su cabal esté.
Yo no niego mi obsesión
ni resigno la ambición
de seguir en esa cuenta.
Cuerpo y mente piden más
y es gran lástima nomás
que ya estoy en los noventa…
Pablo Schvartzman
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