En estos álgidos momentos históricos, en los cuales el mundo acusa a Israel de crueldad, debemos destacar la labor silenciosa pero cotidiana de las instituciones que invierten en formar democráticamente a los jóvenes árabes e israelíes.
La ciudad de Haifa está abierta al mar, es decir al mundo. Dentro de su población se destacan tanto comunidades judías ortodoxas como laicas que conviven con acuerdos de respeto mutuo. También a su alrededor se encuentran poblados árabes y drusos que le dan un perfil multifacético. A su vez la Universidad de Haifa, ubicada en la cima del Monte Carmel, se nutre de esta gama amplia de culturas y creencias. Por esta razón se ha convertido en un faro que ilumina uno de los posibles caminos hacia la paz: la educación.
El Sr. Embajador de Israel en Uruguay Dori Goren escribió, en un comunicado del 3 de junio pasado, que se ha desatado “una guerra de deslegitimación contra Israel y que este nuevo escenario es una amenaza estratégica que se cierne sobre la estabilidad y la seguridad regional”.
Si estamos en guerra mediática, debemos usar todos los canales de comunicación de los cuales disponemos, para esclarecer e informar, sobre todo dar a conocer que Israel es un país en el cual se desarrollan un sin fin de instituciones dedicadas a pensar, reflexionar, investigar y resolver aquellos asuntos que comprometen la vida de su gente, y entre su gente se encuentran drusos, musulmanes, cristianos y judíos.
Si como ha escrito Goren “La estrategia consiste en conducir a Israel a callejones sin salida escenificados meticulosamente de antemano” con el solo objetivo de tender una trampa a la conducción israelí, sabemos que es muy difícil salir siempre airosos de las trampas publicitarias y políticas. Por este motivo todo aquello que ayude a disolver la falsa dicotomía mediática entre buenos y malos, crueles e inocentes, es bienvenida.
Nuestra función como Amigos Argentinos de la Universidad de Haifa es difundir todo aquello que tiende puentes entre los conflictos y la paz. Por eso es que destacamos, en estas horas de incertidumbre y angustia, la labor que realizan los profesores y estudiantes de la Universidad, profesores y estudiantes de todas las creencias, ya que son ellos los que lidian todos los días por conservar y sostener la convivencia pacífica y la tolerancia entre pueblos disímiles pero emparentados históricamente.
Dra. Mirta Goldstein
Presidente
