Para algunos es uno más de los cientos de líderes terroristas que, influenciados por Osama Bin Laden y su engendro político Al Qaeda, desarrollaron una red de muerte y fanatismo.
Mokhtar, de origen argelino, creó el violento grupo terrorista islámico al-Mourabitoun y luego lo amplió con AQUIM (Al Qaeda en el Magreb Islámico) quien siembra la muerte en el Norte y Oeste de Africa.
El 15 de enero, hace pocos días, cuatro esbirros de ese movimiento fundamentalista atacaron por primera vez en Burkina Faso, una ex colonia francesa, en su capital Ouagadougou, matando a 28 civiles en el Hotel Splendid y el cercano Café Le Cappuccino, ambos populares entre los viajeros de negocios, y otras dos víctimas en un ataque a un puesto policial.
Las fuerzas gubernamentales con apoyo de fuerzas especiales francesas lograron liberar 126 personas que permanecían retenidas por los terroristas, abatiendo a tres de ellos y al restante en un hotel cercano donde intentaba huir.
Los inocentes asesinados eran de 18 nacionalidades diferentes, incluyendo un norteamericano (fuente: CEP New York).
El yanki asesinado era Michel James Ridding, de 45 años, que murió en el café mientras esperaba a un grupo de misioneros con quienes estaba abriendo un orfanato y un centro femenino de crisis.
El ataque es similar a otros que llevó adelante el grupo terrorista, principalmente en el vecino país de Mali, por ejemplo el pasado 20 de Noviembre en el que mataron a 22 personas.
En un comunicado dicen, entre otras cosas, que el ataque fué para "...castigar por crímenens contra nuestra gente en Africa Central, Mali y otras tierras de los Musulmanes...." (las negritas corresponden a quien redacta esta opinión, LF)
Mokhtar también es autor intelectual de antentados en Argelia, como el perpetrado en el año 2013 con 38 víctimas fatales.
Al menos tres veces Mokhtar fué ubicado como blanco, pero en todas ellas sobrevivió.
También realizaron el 7 de agosto de 2015 otro atentado en la ciudad de Sevave en el centro de Mali, con 13 muertos, y en marzo de 2015 atacaron el restaurante La Terrasse en Bamako, la capital de Mali, asesinando a cuatro inocentes.
Mokhtar no es muy diferente a otros líderes fundamentalistas cuyo objetivo es destriur todo pensamiento, ya sea político o religioso, que se oponga a los suyos.
La intolerancia y el odio son el producto de una prédica constante, agobiante y opresiva sobre millones de personaes, algunos de los cuales sucumben a esos cantos de sirena y son capaces de inmolarse matando la mayor cantidad de inocentes que puedan, por ese ideal sectario.
La humanidad debe replantearse sus posicionamientos ya que permitir y hasta proteger esas prédicas fundamentalistas bajo el pretexto que son una cultura diferente, o que es una idiosincracia que las incluye, es ingenuo y suicida.
La gran mayoría del mundo musulmán no los sigue, pero varios millones sí lo hacen.
¿Qué hará el mundo si ese número de seguidores fanáticos sigue creciendo, o peor aún, que pasa que no hace nada para evitarlo?
Leonardo Feiguin.
