Las declaraciones del jefe de la Inteligencia Militar del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) sobre la crisis humanitaria en la Franja de Gaza desataron frenéticas reacciones. Durante una interpelación a puertas cerradas en la Comisión Exteriores y Defensa de la Knéset (Parlamento), el general de Herzl Halevy, manifestó que la situación en Gaza es desesperante, y en ausencia de un horizonte diplomático, Israel podría evitar la confrontación mediante la adopción de medidas para aliviar la crisis y las privaciones en el enclave costero.
La organización Gisha, que aboga por la libertad de movimiento de los palestinos, especialmente de los habitantes de Gaza, expresó que dos tercios de la población de Gaza precisa ayuda humanitaria. Según Salah Mohsen, director del departamento de investigación de la organización, el 96 por ciento del agua, en Gaza, no es apta para el consumo. Moshen puntualizó que el desempleo entre la población joven del enclave se sitúa en el 43 por ciento.
Mohsen le indicó a la radio estatal La Voz de Israel (Kol Israel) que responsabilidad de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza recae en primer lugar sobre los hombros de Israel, que controla los cruces fronterizos. Sin embargo, señaló que la dirigencia de Hamas en Gaza, la Autoridad Palestina, Egipto y la comunidad internacional también son culpables.
El presidente de la coalición del Gobierno, David Bitan, del partido Likud, aseveró que la difícil situación humanitaria en la Franja de Gaza no obliga al primer ministro a procurar una solución o un horizonte diplomático.
Bitan puso de relieve que la dirigencia de Hamas, y no Israel, es responsable de la penosa situación humanitaria en Gaza.
Por su parte, la presidenta del partido Meretz, Zahava Gal On, expresó que el primer ministro, Biniamín Netanyahu y su “banda de desgraciados”, según sus palabras, mandaron a la gente a la muerte en la Operación Margen Protector, sin tomar ninguna medida para enfrentar estratégicamente la cuestión mediante alternativas diplomáticas. Gal On aseveró que las acciones del Gobierno en la Guerra de Gaza en 2014 fortalecieron a Hamás y debilitaron a la Autoridad Palestina.