El Gobierno aprobó –en una votación de 15 a 1- un compromiso para expandir la sección de oración judía no ortodoxa del Muro Occidental (conocido como Muro de los lamentos), poniendo fin, aparentemente, a la lucha de décadas entre la organización igualitaria Mujeres del Muro y el establishment religioso ultraortodoxo de Israel.
El acuerdo logra lo que había sido un objetivo difícil de alcanzar: un consenso interdenominacional en el lugar de oración más sagrado del judaísmo, aprobado por el gobierno israelí. Según el acuerdo, la sección no ortodoxa (con inclusión igualitaria de mujeres) de oración en el Muro se convertirá en mucho más grande y será más accesible.
La nueva sección de 900 metros cuadrados será completamente funcional recién dentro de unos meses a partir de ahora, y estará en la extensión sur del Muro Occidental.
El acuerdo estipula que al área de oración ortodoxa -segregada por género- y a la nueva sección de la oración mixta se accederá por una entrada común. Además, la nueva sección de la oración también podrá disfrutar de la igualdad de visibilidad.
Las Mujeres del Muro, un grupo de oración feminista multiconfesional, se ha comprometido a trasladar su servicio a la nueva sección mixta tan pronto como esté funcionando. Bajo los términos del nuevo acuerdo, el rabino Shmuel Rabinowitz, el custodio actual del Muro Occidental, ya no ejercerá su control y como resultado, ahora será posible celebrar ceremonias oficiales nacionales en esta área donde los hombres y las mujeres podrán sentarse juntos y las mujeres podrán cantar.
El nuevo acuerdo no prohíbe explícitamente a las mujeres usar chales de oración y tefilín (filacterias) en el área segregada tradicional una vez que el nuevo plan entre en vigor. En él se estipula, sin embargo, que en las secciones existentes que permanecerán bajo control ortodoxa, los reglamentos de oración, se regirán por la interpretación ortodoxa de la halajá (ley judía) y por "costumbres locales", según lo definido por el Rabinato.
Los movimientos religiosos reformista y conservador, así como las Mujeres del Muro, dieron la bienvenida al nuevo acuerdo. Calificando a la decisión de "sin precedentes", el rabino Gilad Kariv, director ejecutivo del movimiento reformista en Israel, señaló que esta es la primera vez que el gobierno de Israel había dado un reconocimiento oficial a los movimientos pluralistas. "De una vez por todas, el gobierno ha puesto fin al monopolio ultraortodoxo en el Kotel (Muro Occidental) y ha determinado que en este sitio más sagrado para el pueblo judío, habrá más de una manera de orar y de conectarse con la tradición judía".
