Vis á Vis dialogó con la doctora Alina Szraibman, una de las más activas integrantes de la agrupación UNA AMIA, que se presentará en abril de 2022 en las elecciones de la mutual. Su candidato a presidente será Mario Ruschin.
Szraibman, abogada y directora de Sumarios de Regímenes Especiales de la Procuración Gral. de CABA, era la esposa del dirigente recientemente fallecido, Ariel Grun Z´L.
Activó en IJUD, Einstein Virtual Campus, fue secretaria Gral. de Dor Hemshej CUJA, voluntaria del Comedor del Corazón y vocal de la Fundación Abravanel. Además, concurre al templo Dr. Max Nordau y participa en Plural Jai y UNA AMIA.
Comenzó la campaña rumbo a las elecciones y UNA AMIA recorre las instituciones y presenta a sus dirigentes.
- ¿UNA AMIA retomó la campaña rumbo a las elecciones de abril?
Sí. Seguimos trabajando de modo constante. Durante la pandemia no nos detuvimos y en las últimas semanas nos reunimos con la CD de Macabi, estamos con los asados de camaradería, visitamos Hebraica Pilar, también se dio un lindo diálogo en la comunidad NCI-Emanu El y el viernes estaremos en Bet Hilel, el domingo en Lamroth Hakol y en unos días más en Hacoaj Tigre. Queremos que los socios de AMIA escuchen nuestro mensaje, por eso los vamos a buscar a donde están.
- ¿A qué se debe la publicación en tus redes sociales sobre que las mujeres son excluidas en la conducción de AMIA?
Porque es la verdad. Se ve claramente reflejado en cómo está conformada la Comisión Directiva. No hay mujeres en los cargos, no es la filosofía de los ortodoxos que hoy conducen abrir a la AMIA, sino más bien cerrarla. El nuevo tiempo debe servir para replantear los modelos de instituciones que queremos para el futuro y creo que debemos terminar con esta gestión de la ortodoxia y buscar una opción representativa de la realidad que vivimos.
- ¿Cuál es ese mensaje?
Que es tiempo de recambio en la conducción. De verdadera inclusión y diversidad. Que tenemos que trabajar unidos en una gestión que nos cause orgullo, que no nos discriminen y, por sobre todas las cosas, que volvamos a tener una AMIA que represente a toda la comunidad, donde todas las voces puedan ser escuchadas, donde dejen de existir grietas y divisiones que provoquen enfrentamientos internos.
Hay muchos desafíos por delante. Esta conducción principalmente no respeta la elección de cómo elegimos muchos de nosotros llevar nuestra forma de vida como judíos, queriéndonos imponer cómo pensar y sentir.
- ¿Cómo surgió Mario Ruschin como candidato?
De modo natural y por consenso. No sólo es Mario, es un equipo de trabajo con ideales y objetivos. Con decisión de ir tras los valores que hoy no están presentes con esta conducción: equidad, inclusión, diversidad, pluralismo, representación de las partes, real apoyo a la educación y a la asistencia social. Este gran equipo que conformamos quiere una AMIA en la que todos puedan sentirse identificados.
- ¿Sos muy crítica a la conducción de la AMIA?
Sí. Pasan cosas inentendibles una y otra vez. Enviaron un nuevo mail en el que preguntan si sos de una familia “pura o mixta”, es textual lo que te digo. Y la gestión en pandemia fue mala: sin liderazgo, sin coordinación comunitaria. En 14 años no tuvieron interés en realizar un censo, no hay un fondo de reserva para crisis, no pudieron atender la desesperación de muchas escuelas que tuvieron que arreglárselas solas, ni de familias en situación de vulnerabilidad que recurren a otras organizaciones como Tzedaká. Ah, pero sí hay dinero para la reforma edilicia de la casa velatoria de la calle Loyola, que no digo que esté mal hacerlo, lo que no creo es que este sea el momento adecuado para ejecutarlo.
- Por último, ¿cómo es Mario Ruschin?
Sensato, articulador, con experiencia y el compromiso que se necesita para trabajar por toda la comunidad. Sin vulnerar los derechos de ningún sector.