PLURAL JAI | Judaísmo Amplio Innovador rinde su homenaje a Itzjak Rabin a 14 años de su asesinato.
¿Qué mensaje daría Itzjak Rabin si hoy tuviera que reunirse con la multitud en la Plaza emblemática de TEL Aviv?
¿Quiénes acudirían al encuentro de una Asamblea de masas por la Paz?
¿De quiénes estaría rodeado Itzjak en el improvisado escenario?
¿Cuántos líderes mundiales seguirían en persona y mediáticamente sus palabras?
¿Cuál sería la canción elegida para el cierre del Acto?
Preguntas especulativas. Preguntas banas. Improcedentes e inconducentes. Y aun así me surgen.
Itzjak Rabin, militar de trayectoria, devenido en jefe del Estado Mayor de las FDI, diplomático y quinto Primer Ministro del Estado de Israel – nació en Jerusalén en 1922.
Fue protagonista de fotos de epopeya , que constituyen quizás, un seguimiento vívido de la historia del Estado de Israel.
Jaial, Diplomático, Dirigente, Militante, Estratega.
Tenía una meta que guiaba su accionar.
La Paz.
Por ella, y para ella, no dudo en integrar gobiernos de Coalición, proponer alianzas, sostener conversaciones, acercar posiciones. Perder pequeñas batallas, pero ganar la PAZ.
Entre sus logros: En 1975, Rabín concluyó el Acuerdo Interino con Egipto, que condujo a la retirada israelí del Canal de Suez a cambio del libre tránsito de la navegación israelí por él. Como resultado de este acuerdo, se firmó el primer Memorándum de Entendimiento entre el gobierno de Israel y los Estados Unidos, asegurando el apoyo estadounidense a los intereses israelíes en la escena internacional, y una renovada ayuda de ese país.
En 1976, el gobierno encabezado por Itzjak Rabín ordenó la "Operación Entebbe" para el rescate de los pasajeros de Air France secuestrados por terroristas y conducido a Uganda.
Durante seis años (1984-1990), fue ministro de Defensa en dos gobiernos de unidad nacional, elaborando las disposiciones de seguridad en la frontera israelo-libanesa que permitieron a las tropas israelíes retirarse a una estrecha zona de seguridad. Rabín guió también la respuesta inicial del país a la intifada.
Rabín fue electo presidente del partido y, después de la victoria electoral de 1992, comenzó su segundo período como Primer Ministro y ministro de Defensa.
Este periodo, estuvo marcado por dos acontecimientos históricos – los Acuerdos de Oslo con los palestinos y el Tratado de Paz con Jordania.
Junto a Simón Peres, planificó y guió las negociaciones sobre la Declaración de Principios firmada con la OLP en la Casa Blanca en septiembre de 1993. Esto adjudicó a Rabín, Peres y Arafat el Premio Nóbel de la Paz 1994 e inició las negociaciones con los palestinos sobre la autonomía en Gaza y algunas áreas de Judea y Samaria, y sobre el establecimiento de una Autoridad Palestina. Luego, en octubre de 1994, se firmó un Tratado de Paz con el Reino de Jordania.
El 4 de noviembre de 1995, en la Asamblea de masas, que bajo el lema “Si a la Paz, no a la violencia”, fue silenciada su voz.
A 14 años de ese asesinato, nos seguimos formulando preguntas.
Habrá un liderazgo que continué este legado dejado por Rabin?
Quien encabezara estas multitudinarias reuniones que reúnan bajo el paraguas de la paz, a los ciudadanos de Israel y del mundo?
Surgirán estrategas que logren generar los acuerdos y devolver la cordura que conduzca al fin del sufrimiento?
Que ideas superadoras, neutralizaran las mezquindades de intereses ajenos, los viejos estereotipos rejuvenecidos y enmascarados bajo viles disfraces?
Debe haber una canción de Paz, que aun motive que todos la entonemos.
Nora Tage Muler