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Frente a las brutales agresiones sufridas en Argentina, en la Avenida de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, por hombres, mujeres y niños que participaban pacíficamente del festejo del 61º aniversario de la creación del Estado de Israel, no podemos quedar impasibles sin manifestar nuestro más enérgico repudio a la cobarde, injustificada y violenta actitud de quienes, escudados en palos y cadenas, ocultan su odio antisemita con frases antiisraelíes, destilan su odio antijudío disfrazándolo de antisionista y que, emulando a muchos que en el pasado lo intentaron sin éxito, impulsan la discriminación, y hasta el exterminio de los judíos.
En Argentina una larga historia de convivencia e intercambio entre las minorías, con respeto mutuo y enriquecimiento recíproco por el intercambio cultural se vió empañada por los atentados a la embajada de Israel, primero, y la Mutual AMIA después. Hoy se ciernen nubarrones sobre el cielo argentino ya que las agresiones de hoy, si no fueran debidamente investigadas y castigadas ejerciendo las acciones que la ley indica, presagian nuevos y más feroces ataques a ciudadanos argentinos por el hecho de ser judíos, que no toleraremos en el marco de la ley y el estado de derecho.
