Itongadol, 20 de diciembre de 2013
Ayer sesionó a las 20hs la Asamblea Ordinaria de la AMIA, que integran los Representantes de Asociados electos en la última elección de la institución, con el quórum mínimo estricto, 46 miembros, a los que - minutos después – se le incorporaron unos pocos más.
La Asamblea fue conducida por el presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky, su secretario general, Mario Sobol, y el tesorero, Ariel Cohen Sabban, los que estuvieron acompañados por Daniel Pomeranz, director ejecutivo.
El objetivo principal de esa sesión era la consideración del presupuesto correspondiente al año próximo, mientras que los seis puntos restantes tenían el objetivo de cumplir con ciertas normas estatutarias, excepto quizás el Informe de la Secretaría. Pero en esta oportunidad todo fue distinto debido a la manera en la que actuaron AMIA es de todos, mediante las exposiciones y propuestas de Marcelo Svidovsky, y Acción Plural, principalmente debido a las preguntas de Elías Sporn. Sin embargo, el que inició el debate fue Luis Grynwald cuando, luego de que Sobol leyera, a su pedido, la nómina de los secretarios de las diversas subcomisiones de trabajo, planteó que es llamativo que en varias de éstas los askanim (dirigentes voluntarios) que son secretarios de las subcomisiones no fuesen miembros de la Comisión Directiva.
Los motivos de las preguntas y cuestionamientos de los representantes de asociados de ambas listas electorales “opositoras” fueron muy bien explicados por Sporn cuando aclaró que, al no tener representación en la Comisión Directiva, que a diferencia de oportunidades anteriores no se constituyó de “pared a pared” (con miembros de todas las listas participantes en la elección), desconocían los datos cuya información solicitaban. Un ejemplo de esto fue cuando se consideró el cuarto punto del Orden del Día, “Ratificar lo actuado por la Comisión Directiva de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 34, inciso c, del Estatuto vigente, que incluye una serie de operaciones que deben ser ad Referéndum de la Asamblea“, en el que se les debía informar si la AMIA las había realizado o no cada a una de ellas.
Por su parte, Svidovsky manifestó en más de una oportunidad que algunos puntos del Orden del Día estaban mal redactados ya que tenían omisiones. Ante esto dijo que se debía convocar a una nueva Asamblea para su consideración una vez salvadas éstas. También expresó que la Asamblea no era una reunión de amigos y que, por lo tanto, los directivos debían estar preparados para contestar las preguntas de los representantes de asociados.
Pero el verdadero enfrentamiento entre los representantes de Acción Plural y AMIA es de todos con los integrantes del “oficialismo” se produjo al considerarse el quinto punto del Orden del Día: “Tomar conocimiento de las bajas de la Comisión Directiva y de la Asamblea de Asociados (artículos 65, inc. C y artículo 74 de los Estatutos Sociales) y proceder a sus reemplazos”. Si bien los representantes de ambas listas “opositoras” no pudieron objetar que ante la renuncia del vicepresidente segundo se designara para ese cargo a quien era vocal, Pablo Reisman, debido a que el artículo 48, inc. C establece que es la propia Comisión Directiva la que debe elegirlo, al considerarse la cobertura de la vocalía vacante se produjo una situación conflictiva.
Los representantes de Acción Plural, por intermedio de quien fuera el apoderado de la lista, Raúl Stolarza, se opusieron a que Demián Stratievsky ocupara ese lugar, en base a lo establecido por el artículo 74 del Estatuto vigente, porque no habían sido consultados, ya que el cargo le corresponde a un representante que integró la lista a la que pertenecía el vocal que en este caso fue designado vicepresidente segundo.
Como tenían razón las autoridades de la Asamblea debieron posponer su tratamiento hasta que Acción Plural les haga saber a quién proponen para ese cargo.
La consideración del Presupuesto 2014 fue relativamente rápida, aprobándose el mismo luego de que varios representantes hicieran preguntas, entre ellas relacionadas con la distribución de los subsidios a las escuelas judías, al presupuesto de Juventud, Cultura, Vaad Hakehilot, etc., las que fueron contestadas por el Tesorero y el director ejecutivo.
Un representante de AMIA es de todos se refirió a la partida asignada al Rabinato y manifestó que no podía ser que se financie solo a un sector de la comunidad.
Esta fue la primera Asamblea que le tocó conducir a Mario Sobol y presidir a Leonardo Jmelnitzky, por lo que es lógico que se produjeran algunos desajustes y que se los criticase, si bien existieron otros que era muy fácil prevenirlos. Primero que el “oficialismo” no tuvo un representante de asociados que fuera su vocero y respondiera o aceptara las objeciones formales que realizaron los representantes de Acción Plural y AMIA es de todos, por lo que debió hacerlo el secretario general. En segundo lugar teniendo en cuenta que gran parte de las objeciones se referían a artículos del Estatuto Social, las autoridades de la Asamblea debían haber invitado al asesor legal, especializado en la materia, a sentarse junto a ellos para que desde allí explicara o interpretara los textos estatutarios a todos los asambleístas.
Es de esperar que estos detalles se subsanen en la próxima sesión de la Asamblea de la institución.