BUENOS AIRES (CJL) - El auge de las plataformas Web 2.0 que actúan como puntos de encuentro entre los usuarios, representa un gran avance como canal de comunicación pero tiene la particularidad de ser un escenario en donde también se desinforma y se vierten mensajes de intolerancia que rápidamente se diseminan entre millones de personas.
Tras la última incursión militar israelí en la Franja de Gaza conocida como Operación "Plomo Fundido", Internet exhibió un rebrote de antisemitismo basado en textos de origen dudoso, videos con interpretaciones imprecisas y foros de deslegitimación hacia el Estado de Israel.
Ante una realidad que aumenta cada día y con un vacío legal de por medio (que caracteriza a Internet), el Congreso Judío Latinoamericano (CJL), la AMIA y la DAIA se proponen trabajar en forma conjunta para monitorear y combatir las diatribas raciales en la Web en español y, por primera vez en la Argentina, un grupo de profesionales se dedicará a elaborar un mapa completo de sitios con contenido antisemita y desarrollar acciones tendientes a evitar su propagación.
El Lic. Ariel Seidler lidera el proyecto "Combate al antisemitismo en la Web", y según su propia visión "se trata de un trabajo que recién empieza pero con el claro objetivo de que, habiendo en la Argentina una ley antidiscriminatoria, ésta pueda ser aplicada y quién emita contenido antisemita pueda ser enjuciado como sucede en Europa."
Seidler destacó como las plataformas más peligrosas, los foros y las redes sociales y el portal de video de YouTube en los cuales el flujo de información es tal, que el argumento de las empresas es "que excede el control" y los contenidos inapropiados tardan demasiado tiempo en ser removidos o sencillamente quedan allí.
El CJL, AMIA y DAIA se ponen al frente de una iniciativa que estaba haciendo falta y el compromiso a largo plazo incluye dar a conocer sucesos antisemitas en toda la región latinoamericana, controlar los niveles de antisemitismo y preparar material audiovisual sobre el tema para difundir en instituciones educativas.
"Internet parece infinito pero es importante conocer de qué estamos hablando y una vez recogido el material establecer estrategias en diferentes niveles para trabajar junto a empresas del sector y el gobierno a fin de que eviten divulgar material que sólo conduce al odio", concluyó Seidler.
