Jóvenes argentinos judíos y musulmanes se reunieron en el Museo del Holocausto para recordar el 75° aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz y aseguraron que “el diálogo construye puentes y destruye prejuicios” en relación a la convivencia entre las religiones.
“Se demostró que el diálogo construye puentes, destruye prejuicios y como musulmán me siento feliz y honrado en generar esta convivencia y esta apertura entre judíos y musulmanes”, destacó a Télam Guido Edul, miembro de la comunidad islámica en la Argentina.
Guido es miembro del Instituto Islam para la Paz, una ONG al servicio de la comunidad islámica y toda la sociedad argentina.
Por su parte, Ezequiel Sporn es integrante del Congreso Judío Latinoamericano, una organización que nuclea y representa a las comunidades judías de la región ante gobiernos y organismos internacionales.
En conmemoración del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que se recuerda cada 27 de enero, ambos representantes de las comunidades judía y musulmana, se reunieron en el renovado Museo del Holocausto de Buenos Aires para dar un mensaje de unión y convivencia entre distintas religiones.
“Como judío estar acá representa recordar una vez más la tragedia del holocausto. Es un testimonio viviente de las atrocidades que padecidas en la Alemania nazi”, indicó a Telám Ezequiel.
Y agregó: “Me emociona mucho hacerlo con amigos de la comunidad islámica”.
“Desde el Instituto Islam para la Paz siempre consideramos al diálogo como fundamental para crear unión y convivencia. Estar hoy en el Museo del Holocausto es una muestra de la apertura que tienen hacia con nosotros. Esperamos seguir compartiendo juntos y mantener este diálogo que tenemos hoy en día”, afirmó por su parte Guido.
En el Museo del Holocausto, ubicado en Montevideo 919 en la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra exhibido un rollo de la Torá (Antiguo Testamento) que fue resguardado por musulmanes en la Isla de Rodas (actualmente Grecia) durante el nazismo.
La Torá expuesta mide casi un metro de ancho, fue escrita entre los siglos XIII y XV en España. Luego de la expulsión de los judíos de España, en 1492, fue llevada a la comunidad Chalom en la isla de Rodas que la salvaguardó de ser destruida durante el Holocausto. En la década de 1980 llegó a la Argentina y en 2019, fue cedida en comodato al Museo del Holocausto de Buenos Aires.
“La pérdida de la Torá no era solo para los judíos sino para toda la humanidad, y nos enseñaron que en los momentos más difíciles podían estar unos para otros como hermanos”, expresó Guido.
Ezequiel, por su parte, resaltó que “es importante que la historia se conozca porque habla de la convivencia entre los pueblos".
La relación de diálogo y convivencia entre las comunidades judía y musulmana en Buenos Aires es de larga data.
Desde hace dos años, se festeja en la sede del Congreso Judío Latinoamericano el iftar, el corte del ayuno del mes del Ramadán; y en la sede del Islam para la Paz celebran el Shabat.
“A veces pienso que si esto se puede realizar en otras partes, el mundo cambiaría”, sostuvo el joven musulmán de 24 años.
“Estamos convencidos de lo que estamos haciendo, es una forma de demostrarle al mundo que puede haber diálogo entre judíos y musulmanes y que la paz se construye con ese diálogo”, expresó por su parte Ezequiel.