Desde el primer día vió Di-s que la luz era buena. Y desde ese instante la separó de las tinieblas, aunque a veces nos hayan querido hacer pasar por allí.
El milagro no es que el aceite haya durado 8 noches... es que hoy seguimos siendo una luz para las naciones del mundo.
Que seamos seres de luz. Que iluminemos a los que viven en la oscuridad. Que nunca olvidemos este simbólico mensaje de que una vela (el Shamash) es suficiente para iluminar a una comunidad entera.
Seamos esa vela.