El 19 de Febrero personalidades judías, cristianas e islámicas argentinas partieron a Medio Oriente en una inédita “peregrinación”, que finalizará el 27 de este mes en el Vaticano con un encuentro con el Papa Francisco.
La idea comenzó a gestarse hace unos meses entre los miembros del Instituto de Diálogo Interreligioso que integran el padre Guillermo Marcó; el rabino Daniel Goldman; el islámico Omar Abboud; y el director ejecutivo del Congreso Judio Latinoamericano, Claudio Epelman.
La gira incluyó audiencias con el presidente israelí Shimon Peres, en Jerusalén y con el primer ministro Palestino, Rami Hamdallah en Ramallah.
El contingente visitó los sitios religiosos de Jerusalem, santos para las tres religiones, como el Muro de los Lamentos, la explanada del templo con las mezquitas y partieron de Israel después de plantar un árbol.
El plantado se hace con dos consideraciones, la primera es perpetuar el mensaje de la visita y la segunda es el símbolo judío del árbol, que tiene que ver con la vida y lo dejamos para las próximas generaciones.
A continuación unas emotivas palabras de Luis Grynwald (Ex Presidente de AMIA) sobre su experiencia en este viaje Interreligioso.
Estoy transitando una de la experiencias más importantes de mi vida en la dirigencia comunitaria.
Desde el jueves pasado en que salimos de la argentina con un grupo de 45 personas hermanadas, incluidos dirigentes de la comunidad católica, judía y musulmana.
Hemos vivieron momentos muy fuertes durante estos días, la visita al primer ministro palestino, la visita a Ramallah, el encuentro con el Presidente de Israel Shimon Perez, nuestra vivencia conjunta en el monte de los olivos y el shabat en el kotel son solamente algunos momentos de dos días intensos que serán inolvidables.
Es posible la convivencia de las tres comunidades, de la tres religiones.
Esta experiencia es la que un grupo de argentinos trata de mostrar, donde la convivencia y la tolerancia entre los pueblos es posible, que todos seamos solidarios el uno con el otro.
La plantación de árboles en un bosque del KKL es la demostración que se puede, que el árbol que va a crecer podrá darle sombra y contención a nuestros hijos y nietos.