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NOTAS PARA RECORDAR

Posteado el Vie, 24/07/2020 - 12:51
Autor
Julián Blejmar
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Jorge Schussheim: “Mi patria es el Once y los macabeos”

No debe ser sencillo para Jorge Schussheim llenar el casillero de “ocupación” cuando le acercan alguno de esos formularios.

Creador de decenas de publicidades, entre las que se encuentran “No va andar” de Añejo W, o "Estúpido-Estúpida" de Tía María, cantautor de alrededor de doscientas canciones, como “Coca Cola refresca mejor” o “El culo me pesa”, guionista de comedias musicales y revistas para Tato Bores, adaptador de obras teatrales para su esposa la directora Lía Jelín,  como “Toc-toc” o “El rey se muere”, artífice del libro “Todo al costo” y “Memoria sin Balance”, de próximo aparición, y chef y gourmet aficionado, este polifacético autor comenzó su entrevista con Plural JAI brindando algunas pistas sobre semejante versatilidad. “Para mí, escribir publicidad, humor, teatro, música, monólogos o reflexiones, es como usar un cortaplumas suizo, es decir dar múltiples usos de la misma herramienta, dando usos que incluso no estaban previstos en algunos casos, ya que la creatividad es justamente utilizar un mismo instrumento para lo previsto y lo no previsto, porque el destornillador grueso, creativamente aplicado, puede destrabar una ventana”, explica, para luego definir que se encuentra en el centro y nudo de ese cortaplumas: “El humor es el lugar donde me siento más cómodo. Todo nace de ahí, y luego lo aplico a los diferentes géneros por los que transito. Pero se trata de un humor serio, sobre temas serios, un humor judío y ácido, que como lo dice la expresión idish, hace “reír con lágrimas”. Esa es una mezcla que me atrae mucho, hacer algo muy chistoso y de golpe meter la puñalada bajo de la cintura, para después volver a hacer reír, y así”.

La bomba de la AMIA aún explota.

Posteado el Jue, 16/07/2020 - 11:01
Autor
Luis Sergio Grynwald
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Mi conexión con la AMIA la tengo desde el día de mi nacimiento, mi padre pidió un préstamo para la compra de rollos de tela, cerró un trato de palabra, en el que se comprometía a devolver los pesos que le dieron, por supuesto que lo hizo en tiempo y forma. Un trato de palabra… La mutual ayudaba a las familias para que pudieran mejorar su situación de vida.

Estuve a 80 metros de Pasteur 633 el 18 de Julio de 1994 a las 09:53 hs. Me salvé porque se demoró la máquina del café de la mañana, porque el mozo de la esquina trajo más tarde mi vuelto y porque el proveedor al que le llevé un cheque me relató un problema personal al que escuché con poca atención.

Y sentí la explosión…

En mi fuero íntimo, en lo más inconsciente sabía que había muerto una parte de mí. El atentado a la Embajada de Israel, estaba muy fresco e impune, sin justicia. Tenía sequedad en la boca, angustia en el alma y una tristeza que no se fue todavía.

La AMIA ya era escombros. Mi ser entero lloraba y ni siquiera conocíamos ni sabíamos lo que tendríamos que hacer.

Pasé 3 días sin volver a mi casa, sin dormir. Con Alberto Crupnicoff como presidente, yo como tesorero y muchas personas más, pasamos de una labor de 4 horas diarias a full-life. Teníamos que resolver una situación de emergencia de vida o muerte comunitaria.

Había una vez.

Posteado el Vie, 10/07/2020 - 11:41
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Había una vez un país que recibió un atentado terrorista contra una sede diplomática. Fue posible probablemente porque las fuerzas de seguridad y servicios de inteligencia del país donde se realizó el atentado no tomaron los lógicos recaudos y prevenciones para evitar el mismo. Aunque rápidamente se organizó una pulcra y profunda investigación que incluyó a fuerzas de seguridad idóneas, profesionales y honestas que instruidas por una justicia proba e independiente llegó con velocidad a la verdad y juzgó a los culpables.

Asimismo, las autoridades gubernamentales junto con los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad tomaron en consideración las motivaciones que generaron el atentado terrorista, realizaron una extensa autocrítica y evaluaron las debilidades de seguridad del país; también establecieron y ejecutaron un plan de trabajo que posibilitó, desde ese momento hasta la fecha que nunca más se lleve adelante ningún atentado terrorista en su territorio.

ESE PAÍS NO ES LA ARGENTINA.

El atentado a la AMIA y su falta de justicia y verdad es el síntoma de un país con un estado enfermo.

Cuando no se puede o no se quiere aprender, en el sentido hondo del término, la historia tiende a repetirse. Es el eterno retorno de lo mismo…

Ale Kladniew.
Shabat Shalom.

SEGUIREMOS EXIGIENDO JUSTICIA.