Max Berliner: “Amo al Idish y a la Argentina”
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Reproducimos este reportaje publicado en diciembre del 2010 y aprovechamos para saludar a Max Berliner por el Martín Fierro a la trayectoria que recibirá el domingo 27 de mayo del 2012.
Mazal Tov, Max!
Plural JAI | Judaísmo Amplio Innovador
Con 91 años recién cumplidos, el popular actor repasó junto a Plural JAI | Judaísmo Amplio Innovador toda su historia, sus secretos, y sus variados proyectos.
Del teatro idish a Tinelli. Del Di Presse a Twitter. La vida misma de Max Berliner podría ser su más lograda interpretación, incluso cuando fueron miles las obras a los que le puso su cuerpo y alma, desde que comenzó a gastar las tablas, hace ya 85 años.
El presente lo encuentra repleto de proyectos, luego de finalizar “Días Eternos”, obra que se estrenó en el Teatro Nacional Cervantes y con la que recorrió gran parte del país. “Lo del teatro fue muy cansador, recorrí de Junín a Ushuaia, así que me tomé un tiempo de descanso. Pero tengo un montón de proyectos, las clases de teatro, una obra musical que voy a estrenar este verano en Mar del Plata, escrita por mí, de nombre Reumoshow, y una película que me propusieron hacer con Amelia Bence”, afirma, entusiasmado.
El máximo líder que supo tener Israel, David Ben Gurión, afirmó allá por los años cincuenta que Israel sería un país normal cuando tenga sus propios ladrones y prostitutas. Y, quien sabe, si se hubiera referido a la economía, podría haber incluso agregado que también lo sería cuando sus empresas exhiban un país pujante y poderoso, mientras el grueso de sus ciudadanos sean cada vez más pobres.
Buenos Aires, 5 de abril (Télam, por Guillermo Lipis).- Con la aparición de la primera estrella de mañana la colectividad judía comenzará a celebrar la festividad de Pésaj, que recuerda la liberación de la esclavitud en Egipto, el “pasaje” (tal una de las acepciones de la palabra con la que se denomina la festividad) a la libertad.
Otra vez Pesaj. Otra vez la matzá, las aguas del Mar Rojo que se abren, la pelea por cuál parte de la familia celebra cada noche, las diez plagas, el nuevo integrante más chiquito que hace las preguntas, la historia de Moisés, la abuela que ya no está, las charlas en el edificio sobre las similitudes y diferencias con las Pascuas cristianas, el deseo de que todo sea lo más parecido a cuando la abuela vivía. Pero ya no vive.
Según Walter Benjamin, la historia no es una mera suma de momentos, una línea uniforme y continua de causas y efectos, sino un entramado complejo y desigual con puntos luminosos y otros apenas visibles. La tarea del historiador, dice, no consiste en cantar las victorias de los vencedores sino en rescatar la memoria de los vencidos para que cada generación tome a su cargo la tarea de liberar a los oprimidos del pasado.