Buenos Aires, 6 de mayo (Télam, por Guillermo Lipis).- El director internacional del Centro Simón Wiesenthal, Shimon Samuels, expresó que "Argentina puede jugar un papel muy importante en la percepción del futuro de América latina porque, frente a su Bicentenario, tiene en su historia la narrativa de cómo se llega desde una dictadura y la guerra sucia a la democracia”.
Samuels, que permanecerá en Argentina hasta este viernes, en diálogo exclusivo con Télam explicó que el país "tiene una cultura europea y una historia que, focalizada en el Bicentenario, es una oportunidad única para emitir mensajes”.
Y agregó que "el mensaje argentino es una narrativa de cómo se llega desde una dictadura y la guerra sucia a la democracia que, aunque tenga fallas, como dijo Winston Churchill, es la mejor de las opciones”.
"Por eso Argentina puede jugar un papel muy importante en la percepción del futuro de América latina”, explicó.
Samuels está en el país con motivo de recordar los 50 años de la captura del nazi Adolf Eichmann, un 11 de mayo de 1960 en la calle Garibaldi de la localidad bonaerense de San Fernando, a manos de un comando de los servicios secretos israelíes.
Eichmann era el jerarca alemán más buscado de entonces porque fue el responsable, durante la Segunda Guerra Mundial, del transporte de millones de judíos hacia su exterminio en los campos de concentración nazis.
Cabe recordar también que esta operación clandestina generó un gran debate político en la Argentina que derivó en una enérgica protesta del gobierno de Arturo Frondizi contra Israel en un acto que fue definido por Meter Malkin, el agente responsable de secuestrarlo en la calle Garibaldi, de un "un acto humano", una necesidad de saldar las cuentas con uno de los máximos responsables del Holocausto judío.
Samuels agrega que "ya casi no hay nazis en el mundo porque se están muriendo, pero ahora interesa el fenómeno Eichmann como moraleja: ¿qué extraemos del nazismo para estar alertas contra los focos de intolerancia en las sociedades actuales?”.
Por eso, el máximo dirigente del Centro Wiesenthal a nivel internacional explica que "vine a proponer una actividad relacionada con Derechos Humanos como un modo de celebrar junto a ustedes el Bicentenario argentino”.
"Queremos expresar que las democracias están ante la prueba de combatir la intolerancia a través, por ejemplo, de la atención de las minorías y los sectores más vulnerables de la sociedad”, sostuvo.
Samuels explica que ya lo vienen haciendo "con cierto éxito en Rusia, Europa Occidental y en Medio Oriente”.
Y agrega que, a su juicio, "el apaciguamiento, la indiferencia y la neutralidad ya no son opciones. Todos somos actores en esto”.
Ejemplifica con el último genocidio perpetrado: "Hay que evitar que burócratas, como los que incitaron a través de la radio, produzcan genocidios como el de la matanza de casi un millón de personas con machetes en Ruanda”.
"Por eso, agrega, la responsabilidad no es sólo del poder sino también de quienes procesan información. En esta época de Internet, es muy importante cómo filtramos la información”.
Samuel considera que "hay un renacimiento del nazismo y de la intolerancia en las sociedades contemporáneas”.
En Europa considera que se percibe, principalmente, "en los países orientales, los países bálticos, donde los grandes nacionalistas fueron anti bolcheviques; en los países árabes se dio con la revolución islámica en Irán, que derivó en los atentados en la Argentina; y en América latina el fascismo sobrevoló en la influencia de los ejércitos, que ahora no tienen peso como factor político vital”.
En términos educativos, Samuels concluye que "existe una ruptura de la memoria colectiva transgeneracional. Ahí es donde hay brechas y fisuras”.
Agrega que "el odio debe ser considerado un tema abusivo como el alcohol, las drogas o las páginas de Internet pornográficas no protegidas. Hay que monitorear los elementos peligrosos que hoy en día se reúnen en Internet”.
Samuels afirma que el Centro Wiesenthal monitorea "miles de sitios al año en varios idiomas. Empezamos en 1999 con el del Ku Klux Klan y hoy tenemos detectados más de 10.000 que incitan al terrorismo y a la violencia”.
Y agrega que "hay que trabajar en el control, la detección y la prevención. Ningún organismo o gobierno puede hacer nada solo, hay que buscar aliados. Y eso, a veces, no es fácil”, concluye. (Télam).-
