Había una vez, en una ciudad de Persia llamada Shushán, un Rey llamado Ajashverosh. Ajashversoh estaba casado con Vashti. Un día, mandó Ajashverosh llamar a Vashti para que participe de un festín pero Vashti se negó a venir. El Rey se enojó con la mujer y por consejo de unos borrachos de la fiesta la hizo ejecutar. Buscó entonces casarse nuevamente. Ajashverosh ordenó traer a las mujeres más bonitas del imperio para que él pudiese elegir a su futura Reina.
Mordejai -quien gozaba de cercanía con el Rey- tenia una sobrina muy linda que se llamaba Ester. Mordejai insistió para que Ester se presente en el concurso de belleza que había organizado el Rey Ajashverosh. Ester fue elegida Reina y Mordejai se quedó cerca del palacio de Ajashverosh para observar que nada malo le ocurra a su sobrina.
Una noche, mientras estaba Mordejai cerca de la puerta del palacio, escuchó a dos sirvientes del rey planificar un complot en contra de Ajashverosh. Hamán el primer ministro estaba entre ellos. Inmediatamente se lo comunicó a su sobrina Ester, quien mandó a decir al rey por medio de uno de los sirvientes lo que estaba por suceder. Ajashverosh ordenó una investigación profunda y descubrió que era verdad.
Hamán odiaba a Mordejai por su astucia y porque había revelado el complot. Un día convenció Hamán a Ajashverosh de exterminar a todo el pueblo judío en todo el Imperio que abarcaba lo que hoy serían 127 paises.
Hamán echó suertes y decidió que la fecha en que se produciría la destrucción del pueblo judío seria el 13 de Adar. Hamán envió cartas a todas las provincias y ciudades del Imperio para que cumplan sus designios.
Mordejai se enteró de los propósitos de Hamán y pidió a la Reina Ester que convenza al Rey Ajashverosh que no siga con este plan. La reina Ester ayunó y luego fue a visitar al rey Ajashverosh para invitarlo a él y a Hamán a un banquete. En el banquete reveló la reina Ester los propósitos de Hamán y su verdadera identidad. Ajashverosh se enojó mucho y mandó colgar a Hamán. El decreto que Hamán había enviado a todas las provincias del Imperio fue revocado.
El día 13 de Adar, en lugar de acontecer un desastre para el pueblo judío, fue un día en que los judíos vencieron a sus enemigos bajo la conducción de Mordejai y de Ester y el cual fueron ejecutados los enemigos de Israel, entre ellos, los hijos de Hamán, que eran parte del plan de su padre.
Desde entonces y hasta hoy, se festeja en todo el mundo judío la fiesta de Purim, gracias a la astucia de Mordejai y a la belleza e inteligencia de Ester.
Todos los cuentos de Purim que se han escrito, tienen una misma estructura lógica: un poder que quiere exterminar judíos y algún héroe que con su astucia salva al pueblo. En épocas de antisemitismo y en las fechas recordatorias del Holocausto, conviene recordar esta forma de pensar y de accionar.
(Relato simplificado que puede ser leído a los niños)
Autor
Dra. Mirta Goldstein
Fuente
Asociación Amigos Argentinos de la Universidad de Haifa / Plural JAI