¿Quienes somos? ¿Somos nuestro origen? ¿Somos lo que queremos ser? ¿Somos lo que los demás desean que seamos?
¿Cómo nos autodenominamos? ¿Cómo nos denominan los demás?
Uno puede pretender ser o intentar dejar de ser muchas cosas a la vez:
Si yo expreso que soy argentino de origen judío ¿Qué quiero decir?: ¿Argentino de origen judío? o ¿argentino judío? o ¿judeo argentino?
Argentino de origen judío puede significar que estoy expresando que argentino pesa mas que judío, que argentino es el presente y judío es lo pasado, que antes tuve que ver con lo judío y que ahora soy solo argentino.
O se quiere expresar que se es argentino y judío al mismo tiempo aunque el idioma español nos exija elegir que inevitablemente uno tiene que ir primero y el otro después aunque los considere a ambos en el mismo plano de igualdad.
En cambio judeo argentino expresa una idea de ser un orgulloso ciudadano argentino consustanciado con la historia, la cultura y la fe judaica y de ninguna manera priorizar lo judío por sobre lo argentino.
¿Argentino y judío o judío y argentino?
Sin origen judío no hay judaísmo y sin futuro judío tampoco lo hay.
Sin amar lo argentino no hay argentinidad y sin ella no hay futuro argentino.
Para mi, lo argentino y lo judío no se priorizan, no se contradicen, conviven armoniosamente y van siempre juntos de la mano.
Orgulloso de ser Judío.
Orgulloso de ser Argentino.
Orgulloso de ser.
Dr. Guido Maisuls
Periodismo de opinión e información