Hace 30 años, en 1992, asumía como Primer Ministro Itzjak Rabin. Lo hacía por segunda vez. La primera había sido en 1974. Y sería en esta segunda vez un gobierno decididamente enfocado hacia la paz. Quienes no quisieron la paz, lo asesinaron en un día como hoy, 4 de noviembre del año 1995. Su magnicidio marcó un antes y un después en la historia del Estado de Israel.
Lo mató Igal Amir, un fanático de la derecha más extrema que no quería saber nada con la paz. Pero el hecho fue pensado y activado por grupos terroristas que se olvidaron de aquella frase del exprimer ministro, Menajem Begin: "la paz es la belleza de la vida, (...), la victoria de una causa justa".
Buscaron el terror como herramienta, el magnicidio como mensaje, el horror como respuesta política.
Quienes creemos en la paz, recordamos con un dolor inmenso cada 4 de noviembre, pero nos asume un compromiso inquebrantable para con lograr un mundo mejor.
Estas últimas elecciones, llegó a una banca de diputado Ben Gvir, quien tres semanas antes del asesinato, había amenazado de muerte al entonces primer ministro Rabin. El que pide que la población viva armada y al que en los actos políticos los niños aclaman al grito de "Muerte a los Terroristas"
A 27 años de la muerte de Itzjak Rabin seguimos activando por la paz en Israel y los vecinos, pero también, para que Israel siga siendo plural, multicultural y heterogéneamente judío.
