El rab Dany Goldman, que acaba de ser nombrado Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires, emitió su respuesta a la locura de la 'lista negra' emitida por el Rabinato Ortodoxo de Israel. Saquen sus conclusiones, para mí vuelve a mostrar su calidad humana de alto vuelo.
Queridos amigos:
En estos días recibí una cantidad de llamados y mensajes en "solidaridad" y “alarmados” por la "lista negra" emitida por el Rabinato Ortodoxo de Israel.
Les cuento que al principio recibí un mail con la noticia. Al leerla advertí que faltaba mi nombre. Me inquieté pensando que no tenía el suficiente mérito para ser parte de la misma. Pero con el pasar de las horas mi rostro esbozó una notable sonrisa por la noble conquista de encontrarme, ya que el susodicho -"honradamente"- la integra.
Sé que hay rabinos que se sienten compungidos con el tema. En lo personal me divierte esta situación, y los invito a que ustedes también lo tomen con mucho humor.
Sólo se me ocurren las siguientes reflexiones:
1. Para quien conoce, el judaísmo tiene más internas que la izquierda argentina.
Y de este entuerto no responsabilizo a los ortodoxos, ya que algunos de ellos solo fueron educados para sancionar al otro (en verdad esto ocurre también con algunos no-ortodoxos).
En este caso: ¿Qué tengo que ver yo con el Rabinato Ortodoxo de Israel?
Disculpen mi ignorancia, pero ni sé dónde está ubicado. Nunca fui ortodoxo, por lo tanto no necesito de su aprobación, ni de lo contrario.
Conflictos de esta índole acontecen de manera fenomenológica cuando se mezcla el Estado y la religión. Dos conceptos que desde la gnoseología son imposibles de resolver y amalgamar.
El tópico es angustiante para aquellos rabinos liberales que pensaron que algún día “los grandes rabinos” irían a tomarlos en cuenta en algo (ilusos).
2. Que me pongan en el "Veraz de los paisanos religiosos", humildemente, obliga a elevarme en muchos peldaños.
Hasta me coloca en el podio del holandés Benedicto Spinoza (a quien Jorge Luis Borges le dedicó uno de sus más notables poemas), también anotado en una lista y hoy estudiado como uno de los grandes pensadores de la modernidad.
Irreverente de mi parte compararme con el destacado gigante. Pero es entonces mi desafío ponerme a escribir un tratado Teológico Político, a la usanza del hombre de Amsterdam, para llegar -apenas- a los pies del eximio y revolucionario filósofo.
Ahora, como ustedes saben, a lo único a lo que podré aspirar es a garabatear una linda crónica sobre el barrio de Flores, páramo en el que me acunaron y centro neurálgico de la civilización humana.
En fin, a las listas negras me las tomo absolutamente a la chacota, porque es como hay que considerarlas.
Háganme caso y hagan lo mismo!
Abrazos.
Dany Goldman.