Humor en Video: La Boda
- Lee más sobre Humor en Video: La Boda
- Inicie sesión o registrese para enviar comentarios
¡El Señor está contigo, hombre de valor! (Jueces 6:12)
El rabino Haim Amsalem ha sido expulsado del partido político Shas, (organización compuesta y apoyada principalmente por ortodoxos sefarditas), cuyo jefe le exige que renuncie a su puesto de parlamentario. Es posible que esté en peligro de ser considerado hereje y ser excomulgado por su líder religioso. El semanario de Shas lo ha comparado con Amalek, el archí enemigo eterno del pueblo judío, con quien, expresa la Torah, habrá guerra en toda generación y su memoria será borrada.
Muchas veces escuchamos comentarios como el de nuestro titular cuando nos encontramos con familiares, amigos o turistas en general que llegan a Israel.
Desde un primer momento la mayoría manifiesta su impacto ante la diferencia entre el Israel que se imaginan, producto de las notas que ven en las noticias televisivas o los comentarios que leen en muchos periódicos y la realidad con la que se encuentran ante sus ojos.
…”Nos imaginábamos un país en guerra, con tanques en las calles, con una población temerosa y nos encontramos con un país normal, donde todo se desarrolla con pujanza y con eficiencia”…
Comentarios como el anterior lo hemos escuchado en muchas oportunidades.
Al parecer, el discurso político israelí se rige por la presunción de que es necesario decidir si somos un Estado occidental o un Estado judío. Aparentemente, el interrogante es: ¿Israel debe ser más judío o más democrático? Pero el sentido implícito señala una elección entre un Estado que decide adoptar la aplicación de los derechos humanos individuales u otro que impone un lenguaje específicamente judío.
Se trata de una suposición falsa. Israel no se debate entre ser judío o democrático, sino en la elección entre dos viejas tradiciones: la de la ilustración, con su énfasis en el favorecimiento de los derechos individuales y la división de poderes, o la del romanticismo político, donde impera el vínculo entre una entidad llamada “nación” y otra llamada "tierra".
La relación entre Israel y la judería mundial – o para hablar con más exactitud – la disminución constante en la relación, es una de las principales preocupaciones del liderazgo institucional judío. ¿Qué se puede hacer para combatir la percibida desconexión y la alienación hacia Israel que va en aumento?
Un punto central de los esfuerzos está concentrado en mejorar las relaciones públicas y la educación de la judería mundial en lo que toca al caso a favor de Israel. Un aumento en la capacidad de los judíos de defender a Israel conducirá a un aumento paralelo en la afinidad hacia Israel y a una posible afiliación con el mismo.
En 1936, Mordejai Gebirtig escribió el poema en idish Nuestra aldea está en llamas. Durante y después de la Segunda Guerra Mundial se había convertido en un himno en guetos y campos de concentración.
Tiene la aguda simpleza de haber percibido con toda exactitud lo que amenazaba ese tiempo. No me asombra, la poesía es a veces portadora de esa extraordinaria cualidad que consiste en decir mejor que cualquier discurso lo que la experiencia pone por delante. Pero el poema, cualquier poema, no es suficientemente eficaz cuando las fuerzas históricamente en juego se desatan y ponen en funcionamiento su lógica de hierro.
¿Qué puede haber llevado a un psiquiatra argentino de origen judío a Polonia, en la época de la Cortina de Hierro?
¿Cuál era la necesidad que lo empujaba a tomar riesgos personales en un país en caos, desabastecido y dictatorial?
¿A qué mandatos debió rebelarse para emprender discretamente esa travesía a la tierra donde nació y se crió su padre?
Las respuestas a estos y otros interrogantes se encuentran en El libro de Serock, historias imborrables.
En 1906 Ben-Gurión inmigró a la Tierra de Israel, trabajó como obrero en asentamientos agrícolas, se interiorizó en la política y la polémica sionista, y ayudó al establecimiento del grupo judío de autodefensa Hashomer. En 1912 empezó a estudiar Derecho en Estambul, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial condujo a su deportación, por parte de las autoridades otomanas, junto con la de otros prominentes sionistas. Ben-Gurión pasó los años de la guerra en Estados Unidos, donde se casó con Paula Monbesz, una compañera sionista, Regresó a Palestina como soldado de la Legión Judía, una unidad del ejército británico creada por Zeev Jabotinsky.
En la década del 20, Ben-Gurión fue electo secretario general de la Histadrut - Confederación General del Trabajo, Ejerció como secretario general de la Histadrut hasta 1935, convirtiéndola en mucho más que una organización gremial: una institución global política, social y económica con su propia red de fábricas, corporaciones de desarrollo, marcos culturales y servicios de salud, y una institución financiera.