Muchos se han sorprendido por la descortesia manifestada por las autoridades de AMIA, al "desisinvitar" a la rabina Sarina Vitas a una actividad a razón del día de la mujer
A muchos otros no nos sorprende en lo más mínimo.
Esta es la AMIA que tenemos hoy.
Leemos muchas voces de indignación y solidaridad, hoy, pero cuando queremos trabajar por una AMIA plural, auténticamente democrática, inclusiva, chocamos con la indiferencia de los que hoy se indignan.
En Israel, los rabinos y dirigentes conservadores y reformistas luchan codo a codo y en condiciones absolutamente desfavorables contra la discriminación y el fundamentalismo haredi.
Aquí los dirigentes espirituales se abstienen de involucrarse en la pelea que defiende su tarea.
Es muy lamentable que a mi querida Rabina le prohíban expresarse en un panel, mucho más terrible es que un judío no pueda descansar en una tumba en un cementerio comunitario, o que los fundamentalistas hoy puedan dirigir a capricho los fondos que se deben dirigir a la educación judía, o que puedan decidir acerca de la formación de educadores judios.
A no sorprenderse, esta actitud fue visible, hay a diario situaciones mucho peores invisibilizadas.
En Diciembre de este año se cierra el padrón de socios de AMIA, me gustaría saber qué TODOS, los rabinos, conservadores y reformistas, llamen a sus feligreses y los inviten a asociarse, a ellos a sus esposos o esposas, a sus hermanos y hermanas, y a sus hijos mayores de 18 años
Los comunicados y declaraciones son muy buenas, pero se solidifican con acciones concretas, sino sólo son pataleos