Reflexiones de un judío laico en Iom Kipur

Posteado el Jue, 24/09/2009 - 12:16

En esta fecha, quienes vivimos el judaísmo desde una visión laica y progresista nos encontramos faltos de respuestas.
Iom Kipur es, sin duda, una fecha trascendente para el judaísmo, pero a diferencia de otras festividades, no hemos sabido crear un ámbito desde la visión laica para la misma. En Pesaj celebramos el Seder rescatando el valor de la libertad, en Shabuot el concepto de ley, y hasta celebramos Sucot desde una visión ecologista y de reencuentro con la naturaleza, pero ¿que hacemos en Iom Kipur?, ¿cuales son los valores a rescatar de una fecha que, aparentemente, es estrictamente religiosa?.
En realidad, si tomamos el Mazor, despojamos al contenido de los oropeles de las alabanzas al creador, encontraremos un enorme contenido de valores humanistas profundamente intricados en la concepción de mundo del judaísmo.
Vayamos por parte, Rosh Hashaná y Iom Kipur van juntos, Rosh Hashaná es también llamado Iom Adim, día del juicio. ¿Que nos enseñan nuestros sabios acá?, no hay juicio válido sino existe el concepto de Kipur, de perdón, de redención. La justicia sola no es suficiente, crea un mundo insostenible, la justicia tiene que tener como objetivo la reconciliación, la reinserción dentro del marco comunitario.
Comencemos a leer el mazor para Iom Kipur, la primera frase que encontramos es el Bishiva shel maala, atribuido al Rabí Meïr de Rothenburg, (z”l 1295), cuya frase final es:
...Declaramos:
Nos es permitido rezar junto a los transgresores de la ley.

Esta declaración en realidad está invertida, el objetivo era permitir que aquellos que durante el año, ya sea por salvar su vida frente a las persecuciones, ya sea por obligaciones impuestas por los señores feudales, habían jurado en nombre de otros dioses, puedan reinsertarse en el marco comunitario. A los efectos de no poner a los trasgresores en situación vergonzosa, el texto no dice “les permitimos a los transgresores de la ley orar junto con nosotros”, sino que lo invierte, declara legal su presencia, la comunidad puede rezar junto a ellos. Reflexionemos sobre este punto, veamos que rico y substancioso es. El trasgresor no tiene que pedir permiso para volver, el marco comunitario está siempre predispuesto a aceptarlo, sin avergonzarlo ni reclamarle.

Luego comienza Kol Nidre. Algunos textos lo mencionan como “la oración mas sagrada del Judaísmo”, y lo refieren a la expulsión de España. En realidad, no es una oración y es muy anterior a los reyes católicos.
Kol Nidre es una declaración jurídica. Declara nulos todos los juramentos ante Dios, los realizados y los por realizar, desde este Iom Kipur hasta el próximo Iom Kipur (en su última versión).
Su origen es estimado en Babilonia, en la época de los Geonim (625-1050), está escrito en arameo, lengua que hablaban los judíos en ese tiempo, y tenemos citas del texto ya por los años 800. Su forma jurídica ha ido cambiando con el tiempo, siendo la actual atribuida al Rabi Meir ben Samuel, del siglo XI, que incluyó el término a futuro. Hubo varios intentos de excluirlo, como durante la conferencia internacional de rabinos que se desarrollo en 1844 en Braunschweig (Alemania), y algunas congregaciones reformistas estadounidenses, pero se ha mantenido validado por el paso de los siglos.
¿Porque es tan importante esta declaración?, veamos una de las traducciones, (hay otras, que respetan mas las formas jurídicas)
“Todos los votos, obligaciones, juramentos y anatemas, ... que nos obligan desde este Yom Kipur hasta el siguiente quedan anulados. Quiera Dios redimir, absolver, perdonar, anular e invalidar y dejar sin efecto esos votos, que no nos obliguen ni tengan poder sobre nosotros, los votos no serán eficaces ni obligatorios, ni las promesas o juramentos.”

Se repite tres veces, y luego de terminar de recitar el Kol Nidre, se lee el versículo Numeros 15:26:

“Y le será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, así como al extranjero que reside entre ellos ya que todo el pueblo pecó por ignorancia”

¡Que fantástico reconocimiento de la naturaleza humana!, que común es que juremos en vano, “Este año si no adelgazo, juro que ....”, o que juremos en falso, “ Te juro que te llamé”, por todo esto, los rabinos inicialmente incorporaron el Kol Nidre.

Luego la historia le dio otro valor. Las cruzadas y las expulsiones de Francia, Inglaterra, España y Portugal fueron momentos en los que parte del pueblo judío debió jurar por Dios para salvar sus vidas, y la declaración de falsedad, con la modificación afectando el futuro incorporada por Rabi Meir ben Samuel, les permitió reintegrase.
Todo esto fue recubriendo al Kol Nidre de “santidad”, ya que su sola declaración era una especie de salvavida, que permitía decir lo que los opresores querían escuchar sin por ello renunciar a su identidad.
El judaísmo bien entendido no quiere mártires. La vida es un valor supremo, y este es un valor implícito en Kol Nidre, impuesto por la historia.

Pero tenemos mas. Recorriendo el mazor, uno de los rezos mas repetidos, desde Rosh Hashana hasta Iom Kipur, es el Vidui (Confesión), que comienza Al Jet.., en castellano se traduce tanto como “Por los pecados que hemos cometido...”, como “ Por el error que hemos cometido...”, y una lista muy amplia de todos los pecados posibles. Lo importante del Vidui es que lo debe decir toda la congregación, de pie, en voz alta. O sea, no importa si yo cometí errores, no pequé, todos decimos todo. Este le permite, al que es consciente que lo hizo, decirlo en voz clara y fuerte, sin sentirse avergonzado, porque lo dice acompañado, y le permite, a quien no es consciente, darse cuenta que quizá engañó, o mintió, o cualquiera de los que están en la lista. O sea, somos hombres, seres humanos, llenos de defectos, pero el marco comunitario nos permite declararlo, pedir perdón, y sentirnos acompañados.

Veamos la enorme distancia entre del Vidui y la confesión en otras religiones, en el Vidui uno es parte de una comunidad y está acompañado en la búsqueda del perdón, en la otra, uno debe decírselo solo al confesor, ser juzgado y recibir una penitencia en el mejor de los casos, pero no hay garantía de recibirla.

O sea, el judaísmo nos da el espacio de perdón y reconciliación en un marco comunitario, sin intermediarios.

Otras de las características de Iom Kipur es el concepto que Dios solo perdona las ofensas ante él, pero los conflictos entre los hombres deben ser resueltos entre ellos, o sea, uno debe pedirle perdón a la persona que ha ofendido. Pero muchas veces uno no quiere reconocer que es el ofensor, porque asume que lo dicho era correcto, frente a esto, los rabinos imponen a la comunidad la obligación de presionar a las personas con conflictos de reconciliarse, esto debe ser hecho antes de Iom Kipur, sino, toda la comunidad está en falta. Es decir, si uno no perdona, o pide perdón, puede ser castigada toda la comunidad. Vaya presión, sobre todo en las épocas en que las epidemias, progroms, etc., no eran tan extraños. La tradición obliga a la reconciliación, si Shakespeare hubiera sido judío, no tendríamos Romeo y Julieta, Iom Kipur no permite que haya Montescos y Capuletos con rivalidades de larga data.

Y para terminar, no porque no haya muchísimos mas valores humanistas que recuperar, sino por la longitud del texto, quiero recordar las costumbres de vestimenta en los servicios, En Iom Kipur, se acostrumbra vestirse de blanco, o ropas claras, para simbolizar la búsqueda de pureza. Sin zapatos de cuero, ni nada que demuestre ostentación de riqueza, porque es un día que debemos profundizar nuestra humildad.

Los hombres usan el Talit Gadol, (no la bufandita) inclusive de noche, para verse todos iguales, para que el Talit cubra las ropas caras y las ropas rotas, para ser una comunidad que pide perdón en conjunto. Es un día que pedimos perdón, y no se pide perdón desde arriba del caballo, se pide desde abajo.

Muchísimas comunidades han transformado Iom Kipur en una actividad social, van a la sinagoga vestidos con los mejores trajes, las mujeres vestidas con las mejores galas y pintadas, los niños corren por los pasillos saludando a sus abuelos que los muestran orgullosos a sus amigos. Bueno, eso no tiene nada que ver con Iom Kipur. Eso está en la otra punta de la galaxia, eso es ser exactamente lo contrario de lo que busca el judaísmo.

Quienes vamos a la sinagoga, pretendemos reflexionar, meditar, y hacer de este día una fecha de cambio.
Quienes no vamos a la sinagoga, podemos hacer lo mismo en nuestras casas, con nuestra familia y nuestros amigos, enriqueciéndonos con nuestras tradiciones, desde una visión humanista, que es la base de la identidad judía.

Gmar jatima tova

J. R. Podjarny