Discriminación y xenofobia

Posteado el Jue, 04/01/2018 - 13:24
Autor
Efrain Hutt

Hace ya más de dos siglos Wolfang Von Goethe expresó; "Por encima de las Naciones está la Humanidad". Sin embargo la sociedad mundial no entendió el mensaje del inmenso Hombre de Alemania. Podríamos transpolar esa frase célebre con lo que dijera otro grande como lo fuera Erich Fromm, cuando expresara que el único narcisismo aceptable, es el de sentir pertenencia a la especie humana. Indudablemente no fueron ni escuchados ni leídos ambos Paradigmas de la Humanidad.

El narcisismo existente no se refiere a eso aceptable mencionado, sino a no reconocer el valor del otro y a pensar siempre que nosotros somos los mejores. Este narcisismo individual, al multiplicarse, se transforma en grupal, nacional o aun continental. Ya lo describía Vance Packard en su obra " Los buscadores de prestigio" como el Hombre norteamericano, al ascender de puesto en su empleo, cambiaba su auto, sus muebles y se mudaba de barrio, dejando de lado a quienes fueran sus vecinos y aun sus amigos. La tremenda competitividad nos impele despiadadamente a ver en el otro a un enemigo y no a alguien que está cinchando para lograr una evolución favorable en su vida, lo cual, al saber que somos seres sociales, mejoraría el carácter social de ese lugar que habitamos. Se establecen relaciones utilitarias en vez de que las mismas sean humanas. Es el uso del uno por el otro, en vez del sentido solidario que algún día podrán tener las sociedades que puedan evolucionar sin destruirse, hacia etapas mejores. He leído a una forista que dice que a veces se discrimina aun en el mismo País a los que vienen del interior y no solo de los países vecinos o de otras regiones del mundo. Voy más lejos al decir que también el vecino del "Centro" ha discriminado al vecino de los barrios a quienes llamaba "cabecitas negras". En las RELACIONES HUMANAS no existe la discriminación ni la no aceptación del diferente, que bien puede estar integrado en la sociedad a la que pertenece. En las sociedades utilitarias como la actual mundial, cada hombre deja de ser un fin en sí mismo para ser usado como un medio para los fines del otro. Indirectamente se constituye en enemigo. Y esta es solo una forma de discriminación. Las hay también por el color de piel, por la forma exterior del cuerpo, por las diferencias en las prácticas de los variados Dogmas Confesionales, que muchas veces separan al hombre del hombre, en la pertenencia a la partidocracia que hace creer al hombre no crecido que tal o cual partido es el mejor y los otros son los malos. Como si tuviera muchas veces que ver "el partido" con una ideología que le diera origen con buenas intenciones más atrás en el tiempo. Me refiero a que no podemos pensar que los sindicalistas actuales representan los sueños de quienes lucharon por el SINDICALISMO (con mayúsculas) o los partidos liberales del momento representaran lo que significó antes la liberalidad, o que los partidos socialistas representaran al Socialismo Humanista de Fromm, Bertrand Russell o Marx, o que el Vaticano representara a las ideas humanistas de Jesús(que siempre estuvo al lado de los desamparados, los excluidos, las prostitutas etc.), o que el judaísmo de quienes niegan compartir la tierra, que no es de nadie y lo es de todos, tenga algo que ver con lo enunciado por los Profetas de Israel. Tantos ejemplos de una tendencia que sigue en pié aunque sea al momento solo una Utopía el corregirla. En este sistema implantado en el mundo donde se visualiza cada vez más violencia, al ver en el otro siempre a un enemigo, se lo discrimina, se lo intenta desvalorizar y descalificar mediante cualquier artilugio, para sacarlo del campo de la competencia  mundial, para conseguir el "poder" que suele dar de manera transitoria, el tener bienes materiales acumulados mucho más allá de las necesidades óptimas que tiene el Hombre. La xenofobia ha explotado en Europa de manera rabiosa contra aquellos que vinieron a sus países conquistados por tendencias Imperiales, como mano de obra barata. Siempre ha sido así y el hombre no aprende a reconocer que cada ser humano es nuestro hermano y que existe solo una RAZA; la Humana. Afortunadamente, nuestro País no ha tenido sueños Imperiales a lo largo de la Historia y en algún momento se contrapuso a la doctrina Monroe que expresara "América para los americanos, expresando América para el mundo". Así se forjó lo que llamamos "crisol de razas" y el nivel discriminativo no ha alcanzado los niveles de la "vieja y culta" Europa. Es y será solo pequeño o aun disminuirá, cuando saludemos al vecino, al de otra ciudad, al de otra provincia, al de los otros países de nuestra vapuleada y saqueada América Latina y a todos los hombres del Mundo. Ruego no discriminarme por ser utópico, pero el mundo también evoluciona con quienes piensan y sueñan con un mundo mejor posible. Es indudable que la primera utopía difícil pero posible, que debe ser una esperanza activa, parte desde un cambio en nuestro interior. Cuando lo comprendamos no solo intelectualmente sino además en todas las acciones de nuestra vida de relación, podremos mejorar esta humanidad sufriente donde la amenaza de algún loco demente con sus bombas inteligentes, pueda llegar a hacer desaparecer todo vestigio de vida sobre la tierra.

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