Este episodio es tan grave que chorrea barbaridades

Posteado el Vie, 01/05/2015 - 12:07
Autor
José Chelquer
Fuente
José Chelquer

Tomemos por caso la incursión del caso Graiver en la carta. ¿A qué viene? ¿Qué significa? ¿Qué implicancias (quizás involuntarias) tiene?

1- El sentido parece claro. Si hoy la batalla patria-antipatria tiene del lado del mal a Clarín y del lado de las víctimas a Graiver, acusar a Daia en relación con el caso Graiver sumado al "desfilar por los medios del Grupo Clarín" de "cualquier dirigente de vuestras instituciones" tiene un efecto, en el país del Relato, similar a pegar la etiqueta de "culpable" en la frente de las instituciones.

2- El caso Graiver tiene más de 3 décadas de antigüedad. Obviamente, no se corresponde con esta gestión de DAIA. ¿Cuál es el sentido de hacer esta acusación? ¿Es por un principio similar al de "continuidad del Estado", por el que la comunidad judía sería responsable de eventuales conductas poco valientes de dirigencias pasadas? Entiendo que el sentido debe ser claro: en el mejor de los casos, cuestionar a las propias instituciones, y no a sus dirigencias (que claramente no son las mismas de entonces ni están vinculadas). En el peor de los casos, usar un mecanismo de estigmatización colectiva.

3- ¿Y de qué se acusa a la pasada dirigencia de DAIA en el caso Graiver? "No sólo no los defendieron, justificaron su persecución al expresar que su condición de judíos no incidía en los hechos investigados". ¿O sea que para no justificar su persecución deberían haber afirmado que obedecía a su condición de judíos? ¿Por qué debería la DAIA decir que a Graiver lo perseguían por judío y no por manejar el dinero de Montoneros?

Es cierto que en la persecución a Graiver se pusieron dosis de antijudaísmo. Ocurrió hace 40 años, de la mano de una dictadura militar que amenazaba la vida de todo el que la enfrentara. Lo grave es que hoy, tras más de 30 años de democracia, un gobierno corra a la comunidad judía para lavar sus pecados.

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